En el centro de la primera fila de los invitados especiales, Batlle y Julio María Sanguinetti intercambiaban comentarios. Se mostraron parcos para el aplauso, sobre todo cuando Vázquez descendió desde las cumbres por una especie de terraza hacia el estrado, mientras sonaba una pieza musical que un fotógrafo de prensa bautizó como “la entrada del César” y cerca de tres mil personas lo aplaudían de pie.

Pero inmediatamente el presidente bajó al nivel del suelo y se dirigió con los brazos abiertos hacia Batlle para expresarle su reconocimiento por haber iniciado las obras. Esto dio pie para que Eduardo Eurnekián, presidente de la empresa argentina Corporación América, encargada de la construcción, exclamara en su discurso: “Qué gran país aquel cuyo gobierno es capaz de continuar las obras iniciadas por uno de signo” diferente.

El ministro de Transporte, Víctor Rossi, alabó “esta maravilla que de sólo contemplarla conmueve” y, aunque no mencionó al gobierno de Batlle en sus loas, advirtió que “cada obra no puede supeditarse a un período de gobierno”, porque “el país no puede permitirse estar arrancando en cada período”.

Sobre el final de la ceremonia, Vázquez llamó a Batlle para que fuera el encargado de cortar la cinta que el primer mandatario sostenía. Incluso le ofreció el primer trozo, pero el ex presidente colorado se lo cedió y Vázquez se lo guardó con una sonrisa en el bolsillo. Luego se abrazaron. El gesto sorprendió a muchos, pero no a Batlle. “Yo algún rumorcito tenía, porque había estado acá en la empresa mirando cómo iba a ser la cosa, porque yo quería participar”, confesó el ex presidente a la diaria.

Cuando terminó el acto, el candidato a vicepresidente por el Frente Amplio, Danilo Astori, se acercó a saludarlo y a felicitarlo. Batlle le comentó que parecía cansado y Astori negó esa condición. “Esto recién empieza”, le retrucó. El compañero de fórmula de José Mujica -que ayer estuvo ausente en la inauguración debido a un resfrío, según se informó desde su comando de campaña-, recordó que su sector, Asamblea Uruguay, fue el único en el FA que votó a favor de la megaconcesión y de la construcción del aeropuerto. Para ello pidió libertad de acción a la coalición de izquierda y ésta le fue concedida. “Así que déjenme decirles que estoy contentísimo”, manifestó a la prensa.

...y 43 segundos

La jornada fue la presentación política en sociedad de lo que recién comenzará a funcionar el mes que viene, a 20 días de las elecciones y cuando la posibilidad de una segunda vuelta electoral tiene destino incierto. Así las cosas, y atento a las señales que se advirtieron ayer, la capitalización de la obra quedó repartida entre los partidos políticos mayoritarios, algunos de cuyos candidatos marcaron presencia en el evento. Y mientras todos se felicitaban, la propia empresa se encargaba de aclarar que lo de la víspera fue sólo un preabordaje. Por ejemplo, a través de una publicidad en el Portal 180, la familia Eurnekián informaba que la terminal recién estará utilizable en 40 días, tantas horas, otros tantos minutos, y aquellos segundos.

Memoriosos

Más allá de la actitud de Vázquez, que la oposición calificó como “un gesto de grandeza”, los líderes del Partido Nacional y del Partido Colorado presentes no dejaron pasar la oportunidad de recordar que la mayoría del FA se opuso a la licitación en 2003. El candidato a vicepresidente por el PN, Jorge Larrañaga, apuntó que “hasta interpelaciones hicieron desde el FA allá por el año 2003”.

Batlle también cobró su parte. “Tuvimos una fuerte oposición, inclusive se plantearon recursos de amparo judiciales por parte del senador [Reinaldo] Gargano, pero las cosas anduvieron bien, y los hechos hablan mucho más que nuestras palabras. Es bueno cambiar de opinión, y es bueno que hayan cambiado de opinión no solamente en esto, también en Botnia”, deslizó. Sanguinetti, sonriente, recordó que el FA “tuvo una posición muy dura” aunque consideró que cambiar de postura “para pasar del error al acierto es un acto de inteligencia siempre”. El candidato del PC, Pedro Bordaberry, opinó en tanto que “es bueno que todos los uruguayos hayamos encontrado que las concesiones a privados son buenas”.

Rossi cuestionó estos apuntes. “No se puede ser pequeño. Esto es un gran acontecimiento para el Uruguay. Es muy menor empezar a tirar de la punta de la sábana a ver qué parte nos corresponde a cada uno. Nosotros no sólo no tenemos empacho, sino que sentimos la obligación moral de reconocer que el país no empezó con nosotros. El país tiene un largo proceso institucional, proceso que todos estamos comprometidos a defender para reforzar la democracia”, indicó a la diaria.

El ministro de Transporte no quiso decir si el FA se equivocó en 2003. “Son opiniones y son momentos. Nosotros el 12 [de octubre] vamos a inaugurar los muelles de la playa de contenedores de TCP [Terminal Cuenca del Plata], y pasa algo parecido. Y lo vamos a hacer con alegría, porque son los primeros muelles que se hacen desde hace 100 años en el Puerto de Montevideo. ¿Y eso significa que estuvo mal discutir la ley de puertos? ¿Eso significa que está mal hoy promover un nuevo llamado para una nueva terminal de contenedores? Nada de eso, hay momentos, hay fundamentos, se toman decisiones y después el país es el que asume los compromisos, y esos compromisos tenemos que llevarlos adelante sea cual sea el gobierno”, remarcó.