Las tensiones entre Chile y Perú estallaron esta vez en la cumbre de la APEC, el Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico, que se celebró el fin de semana en Singapur.

Las autoridades peruanas denunciaron que el suboficial de Inteligencia de la Fuerza Aérea de Perú, Víctor Ariza, habría entregado informaciones reservadas a Chile, entre la que se destaca un informe acerca de las adquisiciones militares programadas por Perú hasta el año 2021, informó el jueves la emisora Radio Programas del Perú (RPP). En ese informe, indicó la radio, se consignan las necesidades de personal y otras informaciones sobre la Fuerza Aérea.

El ministro de Defensa peruano, Rafael Rey, afirmó el sábado a medios chilenos que según declaraciones del suboficial detenido, la operación fue “aparentemente” financiada por Chile. Fuentes de su cartera habían anunciado que estaban al tanto del asunto desde algún tiempo atrás, pero que habían recibido órdenes de no hacer pública la información.

Los datos brindados por el suboficial Ariza, que está detenido por la justicia peruana, estaban clasificados como secreto de Estado. Según el gobierno de Perú, lo que se descubrió es una red de espionaje en la que estarían vinculados militares peruanos y ciudadanos chilenos.

Las investigaciones ordenadas desde Lima pretenden descubrir con exactitud la cantidad de la información que habría sido divulgada por Ariza, quien confesó su responsabilidad en las operaciones de espionaje. De confirmarse esas acusaciones contra el militar peruano, podría dictarse contra él cadena perpetua por “traición a la patria”, informó RPP. La misma emisora había detallado que Ariza cumplía funciones en la embajada peruana en Santiago de Chile. Allí despertó sospechas entre sus compañeros de trabajo, que condujeron a descubrir sus supuestas actividades clandestinas.

A las acusaciones de Perú, el gobierno chileno respondió mediantes su vocera oficial, la ministra Carolina Tohá, quien afirmó desde Santiago que su país no tiene conflictos con Perú y deslindó responsabilidades en el asunto. “Éstos son hechos que tienen que estudiarse, analizarse en Perú, porque sucedieron allá, y Chile al respecto no tiene nada que decir y no tiene nada que ocultar tampoco”, sentenció Tohá.

Pero el tema provocó encontronazos entre los mandatarios de ambos países, que incluso generaron ciertos cambios en la agenda de la cumbre de la APEC.

Viejas deudas

Medios de prensa chilenos afirmaron ayer que la presidenta Michelle Bachelet le transmitió su molestia al mandatario peruano, Alan García, por haber difundido en la cumbre este caso de espionaje. De acuerdo al diario chileno El Mercurio, Bachelet negó las acusaciones de espionaje. García se retiró del encuentro en Singapur un día antes de lo previsto, para viajar hacia Lima y atender este asunto. El hecho provocó además la suspensión de una reunión pactada entre los mandatarios de Chile y Perú, a la que concurriría el presidente de México, Felipe Calderón.

Lejos de querer aplacar los ánimos de las históricamente tensas relaciones bilaterales, el canciller peruano, José Antonio García Belaúnde, recordó un caso del año 1978 en el que otro oficial de la Fuerza Aérea Peruana, Julio Vargas Garayar, había sido descubierto en actividades de espionaje por las que fue fusilado. En aquel entonces se declaró persona no grata al embajador chileno en Perú. “Hubo un caso en el año 1978 [...] Así que si este caso se prueba no sería la primera vez”, declaró Belaúnde al diario El Comercio.

El relacionamiento entre las dos naciones es difícil desde hace más de un siglo, cuando se enfrentaron Bolivia y Perú contra Chile en la llamada Guerra del Pacífico, entre 1879 y 1884. En aquel conflicto el ganador fue Chile, y Perú reclama desde entonces un área marítima que perdió en aquel episodio.

El año pasado Perú interpuso un recurso ante la Corte de Justicia de La Haya, en el que demanda una revisión de los límites marítimos entre los dos países. En los últimos meses, Perú ha criticado también la compra de armas y una serie de movimientos militares con participación internacional realizados por Chile, a quien mira con desconfianza desde hace más de un siglo.