Además de las propuestas ya conocidas, como la derogación del Impuesto de Asistencia a la Seguridad Social (IASS) y el desmantelamiento progresivo del Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF), Lacalle y el candidato a vicepresidente Jorge Larrañaga detallaron ayer otras medidas concretas que aplicarían en caso de ser gobierno; entre ellas, la eliminación de los aportes patronales, la rebaja de dos puntos del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y la reducción a la mitad del Impuesto Específico Interno (Imesi) a los combustibles.
En la presentación de esas iniciativas, realizada en el Club Banco Comercial, el líder herrerista enfatizó que su propuesta económica es “seria, viable y no implica un milímetro de retroceso en las políticas sociales que aplica el actual gobierno”, aunque no desconoció que la implementación de sus propósitos también depende de los acuerdos a los que se llegue con el Frente Amplio. “Estará a la negociación que se establezca con quienes tienen la llave del Parlamento”, dijo Lacalle, y alegó que no cree que un legislador “no quiera levantar su mano a la hora de hacer bajar la carga tributaria”.
El candidato blanco sostuvo que realizaba esos anuncios “en nombre del Partido Colorado, que nos ha dado su apoyo”, y “de los miles de los ciudadanos que nos van a acompañar por encima de las preferencias partidarias, como manda esta etapa del país”, y volvió a aclarar que quiere “fundamentar” las promesas electorales que realiza.
Siempre y cuando
Respecto de la eliminación gradual del IRPF, las medidas elaboradas por el equipo de asesores económicos del Partido Nacional (ver la diaria del 17/11/09) consisten en elevar gradualmente el mínimo no imponible y los valores de las franjas, sin detallar en qué etapas. También se propone que las personas y las familias puedan descontar hasta 30% del monto de ese impuesto por gastos de alquiler, transporte u otros, a fin de que el resultado sea “gravar la renta neta y no los ingresos brutos de las familias”, según explica el documento presentado. Lacalle reiteró que si llega a la presidencia impulsará la derogación del IRPF sobre los alquileres.
En relación con los créditos bancarios, se anunció que en el primer año de gobierno se reducirían a la mitad las tasas de IRPF que se aplican sobre los intereses y se eliminaría definitivamente el impuesto a partir del segundo año de gobierno. Sobre el IRPF a las ganancias empresariales, los asesores plantean la reducción de la tasa que se aplica sobre los dividendos y utilidades, del 7% actual a 5%, en el primer año de gobierno. Según sus cálculos, con estas medidas 210 mil trabajadores dejarían de pagar IRPF y otros 120 mil aportarían menos que en la actualidad.
Otra de las medidas planteadas es la reducción gradual de los aportes patronales a la seguridad social, hasta llegar a la eliminación total del impuesto cuando termine el período de gobierno. El documento acota, sin embargo, que dicho aporte se reducirá “siempre que la situación fiscal lo permita y se genere el espacio fiscal necesario para ello”.
La reducción a la mitad del Imesi que pagan los combustibles también está planteada para el correr del período de gobierno, con el resguardo de “si la situación fiscal así lo permitiera”, y se anuncia la eliminación de ese impuesto en el caso de los combustibles usados en procesos productivos. Por último, se promete reducir la tasa básica del IVA de 22% a 20%.
Generación espontánea
Según los asesores de la fórmula blanca, todas estas reducciones tributarias se podrían concretar en función del “crecimiento de la economía”, tal como expresó luego de la presentación el economista Gustavo Licandro, una de las eventuales autoridades del área económica en caso de que el Partido Nacional alcance el gobierno.
Los nacionalistas estiman que, por diversas vías, el Estado podría aumentar sus ingresos en 646 millones de dólares, lo que permitiría financiar esta batería de rebajas tributarias.
Lacalle explicó que prevé obtener 78 millones de dólares por impuestos indirectos al consumo, que a su vez crecería tras el aumento del mínimo no imponible del IRPF. Otros 233 millones de dólares ingresarían por mejoras en la eficiencia de las empresas públicas, y 233 millones de dólares más por el aumento estimado del 3% del PIB en 2010. Y piensa contar con 102 millones de dólares más por la disminución del gasto público.