El presidente de Brasil, Lula da Silva, calificó ayer de “deplorable” el escándalo de corrupción en el que aparecen implicados el gobernador de Brasilia, el derechista José Roberto Arruda, y algunos legisladores regionales. Exigió una reforma política que permita reglamentar de mejor manera la financiación de los partidos y reclamó para ello la instalación de una Asamblea Constituyente que trate en forma exclusiva ese asunto, luego de las elecciones de 2010, informó la agencia de noticias EFE.
Arruda, del partido opositor Demócratas, aseguró que el dinero que recibe en imágenes difundidas por la televisión brasileña fue destinado a comprar pan dulce para los pobres, como cada Navidad. El gobernador, que hace ocho años debió abandonar su banca en el Senado acusado de corrupción, dijo también que en esas grabaciones sus palabras fueron alteradas por defectos de la cámara.
Otro de los acusados dijo que el dinero recogido fue utilizado para pagar fotografías de personas que no tenían documento de identidad.
La Policía Federal acusa a Arruda de haber recibido coimas de empresas para financiar su campaña política en 2006 y las investigaciones indican que la red que integra recogía unos 350 mil dólares mensuales por ese concepto. Mientras tanto, el izquierdista Partido Socialismo y Libertad exigió al Poder Legislativo iniciar el proceso de destitución del gobernador y de su vice, Paulo Otavio, quien también estaría implicado en las actividades ilícitas, al igual que muchos parlamentarios que deberán analizar la denuncia.
Las escenas captadas por cámaras ocultas y luego difundidas en la televisión brasileña muestran cómo Arruda y varios diputados regionales reciben cantidades de dinero y cómo el presidente de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, el diputado Leonardo Prudente, esconde la suya en sus medias.