Comenzó en China el juicio contra Liu Xiaobo, una de las personalidades más activas y prominentes dentro de la disidencia de la nación asiática. Liu, un reconocido intelectual, está acusado de “incitar a la subversión contra el poder del Estado” por ser uno de los autores de la Carta 08, un manifiesto político firmado, en principio, por 300 personas, pero suscrita por más de 10 mil ciudadanos.

Luego de la primera vista ayer de mañana, que duró sólo tres horas y para la cual no estuvo autorizada la presencia de la esposa del activista ni de diplomáticos que lo habían solicitado, la sentencia, que puede ser de hasta 15 años de prisión, será anunciada mañana, informó el abogado defensor Ding Xikui a la agencia AFP.

El juicio es rechazado por varios intelectuales a nivel internacional, por algunos chinos que mostraron su solidaridad con Liu desde blogs y foros, y también por varios países, entre ellos Estados Unidos y la Unión Europea, que han reclamado en reiteradas ocasiones la liberación del activista, lo que Beijing califica de “inaceptable” y señala como injerencia exterior en su política interna.

Desde que se formalizó la acusación hasta la primera vista, pasaron sólo 12 días, tiempo insuficiente, según la defensa de Liu, para analizar las “pruebas” presentadas. Fue negada una solicitud de aplazamiento, lo que enfatiza la sospecha de organizaciones de derechos humanos reflejadas por el diario español El País, de que se quiere agilizar el procesamiento durante la celebración de la Navidad para que pase algo más desapercibido en Occidente. El proceso fue tachado por Human Rights Watch como “una parodia” que busca “vestir una represión política” con “un procedimiento legal”. La Chinese Human Rights Defenders informó que otros activistas chinos fueron acosados por la Policía en los días anteriores al juicio para evitar la organización de acciones de protesta.

Aun así, en un tribunal rodeado de policías, hubo algunos partidarios de Liu, pero las palabras de su esposa fueron claras: si el veredicto es de culpable no apelarán, porque “con un gobierno como éste, sin principios, no hay nada que puedas hacer”, informó Reuters. En caso de que Liu tenga que cumplir una condena en prisión, sería el único firmante de la Carta 08 que tendrá que hacerlo. El documento apela a repensar los últimos 100 años chinos y a reafirmar los conceptos de libertad, derechos humanos, igualdad, democracia, constitucionalidad y el sistema político republicano.

Propone una reforma constitucional, con una separación de poderes veraz y con una elección directa del Poder Legislativo. Reclama además que el trabajo de los militares sea en pos de la Constitución y para el país, el establecimiento de una Comisión de Derechos Humanos y el respeto de éstos recuperar los derechos de asociación, expresión y religión. Remarca que la era del imperio chino pasó hace tiempo y no volverá, y que “los ciudadanos deben convertirse en los verdaderos amos de la nación”.