“Los países de la Alianza Bolivariana para las Américas (Alba) no reconocemos” el llamado Acuerdo de Copenhague, declaró el presidente venezolano, Hugo Chávez, desde Caracas, luego de su participación en el encuentro mundial sobre cambio climático. El mandatario reafirmó las críticas en nombre del bloque bolivariano ante lo que consideran un acuerdo poco transparente y resuelto “por la noche” y “a espaldas” de la mayoría de los países representados en la convención, informa la agencia EFE. La cumbre de Copenhague se cerró este fin de semana con la redacción de un documento que contempla acuerdos mínimos y que generó disconformidades en muchos de los líderes políticos del mundo. La reunión, encabezada por el presidente estadounidense, Barack Obama, incluyó a los mandatarios de China, India y Brasil, y su resolución fue rechazada por Venezuela, Bolivia, Cuba, Nicaragua y Sudán. El grupo de los Verdes del Parlamento Europeo (PE) aseguró que el acuerdo resultó un “fracaso lamentable” y responsabilizó de ello a Estados Unidos, China y la Unión Europea (UE) por no aumentar su propuesta de reducción de gases contaminantes.

El texto acordado omite la cantidad total de las reducciones en las emisiones de gases responsables del efecto invernadero y exige “profundos recortes” aunque no especifica los plazos para concretarlos. El documento consigna que los países desarrollados “se comprometen a presentar objetivos de reducción de emisiones antes del 1º de febrero de 2010”. Según un informe de la ONU, con estas ofertas -de carácter voluntario- la temperatura global subirá unos tres grados, lo cual supera el tope de dos grados centígrados, límite necesario para evitar una catástrofe ambiental. Los objetivos de carácter voluntario se oponen a la conformación de un tratado legalmente vinculante en el año 2010, una ambición sostenida tanto por Estados Unidos como por la Unión Europea (UE). El secretario general de las Naciones Unidas, Ban ki-Moon, expresó que trabajará “para convertir este texto en un tratado legalmente vinculante en 2010”. Algo más optimista que varios de los líderes políticos, el diplomático surcoreano aseguró que a través del reciente acuerdo se sentaron las bases para “limitar los gases de efecto invernadero”.

En caso de cumplirse las rebajas anunciadas, las emisiones de los países desarrollados se reducirían en un 18 % para 2020, cifra lejana del rango de 25% a 40% que había solicitado el Panel Intergubernamental de Cambio Climático. Josef Matthias Leinen, el jefe de la delegación del PE, había manifestado su optimismo en relación con la propuesta de Obama en cuanto a las reducciones y esperaba que éstas estuvieran en el entorno de 26% y 33%, tal como había sido expresado en “reuniones informales”, según aseguró el representante europeo.

El acuerdo determina la creación de un fondo de 10 mil millones de dólares anuales en el trienio 2010-2012 para financiar los efectos negativos del cambio climático en los países pobres y establece la suma de 100 mil millones de dólares para la mitigación y adaptación a partir de 2020.