En Guatemala comienza hoy la búsqueda de restos de desaparecidos de la década de 1980 que están incluidos en el “Diario militar”, un informe de la CIA con fotografías de 183 víctimas de la guerra civil (1960 y 1996) que continúan desaparecidas.

Este documento, que dejó de ser secreto en 1999, incluye datos sobre dos estudiantes: Rubén Amílcar Farfán, un universitario que fue capturado y desaparecido en 1984, y Luz Haydée Méndez Calderón, una bachiller desaparecida en el mismo año. Se cree que los dos desaparecidos están en un cementerio clandestino a 13 kilómetros de la capital, donde comenzarán mañana las excavaciones, según José Suasnábar, de la Fundación de Antropología Forense de Guatemala.

Helen Mack, presidenta de la Fundación Myrna Mack, dijo que ninguno de los desaparecidos fue encontrado por la falta de voluntad de las autoridades judiciales, que tienen archivado el documento, informó la agencia de noticias EFE. Sin embargo, Suasnábar declaró a la agencia que se realizaron, desde 1992, más de mil exhumaciones en fosas comunes y se encontraron más de cinco mil víctimas del conflicto armado.

El viernes de la semana pasada se emitió la primera condena a militares por desapariciones durante la guerra civil. El coronel retirado Marco Antonio Sánchez Samayoa y los ex paramilitares -civiles con tareas represivas para el Ejército- Salomón Maldonado Ríos, Gabriel Álvarez Ramos y Domingo Ríos Martínez fueron condenados a 53 años de prisión por la justicia guatemalteca.

Se los condenó por la desaparición de ocho campesinos que fueron detenidos en 1981, Jacobo Crisóstomo Chegüén, Miguel Ángel Chegüén Crisóstomo, Raúl Chegüén, Inocente Gallardo, Antolín Gallardo Rivera, Valentín Gallardo Rivera, Santiago Gallardo Rivera y Tránsito Rivera.

La fiscalía pidió una condena de 570 años de prisión a cada uno de los ex militares por desaparición forzada, detención ilegal e inclumplimiento de deberes, para estos ex militares cuyo juicio comenzó en 2005, cuando fueron detenidos.

Éste fue el segundo juicio por delitos contra los derechos humanos cometidos en la guerra civil y Sánchez es el primer militar sentenciado. El primer juicio fue a fines de agosto, cuando se condenó a un ex paramilitar, Felipe Cusanero, a 150 años de prisión por la desaparición de seis personas.

Continúa abierta en el Tribunal de justicia una investigación contra quienes fueran ministro de Defensa y jefe del Estado Mayor de la Defensa cuando ocurrió la desaparición de las ocho personas.

El procurador de los Derechos Humanos, Sergio Morales, declaró que este fallo judicial establece un precedente para el juicio a militares que cometieron delitos de lesa humanidad durante el conflicto armado, informó EFE.

Varias organizaciones de derechos humanos, entre ellas la Comisión de la Verdad de las Naciones Unidas, aseguran que en Guatemala, el Ejército cometió genocidio y que, de 669 matanzas, 632 fueron cometidas por militares. La guerra dejó unas 250.000 víctimas entre muertos y desaparecidos y más de 600 comunidades destruidas.