Pasaron las elecciones nacionales y ahora los dirigentes de todos los partidos comienzan a prepararse para los comicios de mayo. La gran mayoría de los jefes comunales actuales ya tiene programada su renuncia para al menos tres meses antes del día de las elecciones, que serán el 9 de mayo de 2010. Dos de los tres intendentes que no se presentan en las próximas municipales, Ambrosio Barreiro, de Cerro Largo, y Juan Chiruchi, de San José, no lo pueden hacer, ya que están finalizando su segundo período consecutivo. El tercero, Vilibaldo Rodríguez, de Rivera, asumió este último año, cuando el colorado Tabaré Viera renunció a la comuna para dedicarse a la campaña electoral como candidato al Senado por Propuesta Batllista, y no tiene intenciones de seguir.
Dos platos
Los ocho intendentes del Frente Amplio (FA) renunciarían en febrero. En diciembre y enero los plenarios departamentales de la fuerza política sesionarán para definir las candidaturas municipales en todos los departamentos.
El intendente de Treinta y Tres, Gerardo Amaral, ya fue propuesto por el Partido Socialista para la reelección, y tiene el apoyo de la fuerza política como para presentarse por el segundo mandato. El intendente de Salto, Ramón Fonticiella, fue de los primeros en largar la carrera electoral, en mayo de este año. En el plenario local tiene el respaldo de su sector, el Partido Demócrata Cristiano (PDC), y de Alianza Progresista, Asamblea Uruguay, Nuevo Espacio, Partido Socialista, Columna Masoller y dos agrupaciones del departamento: Grupo Salto Grande y El Sol. De todas formas, el FA presentará al menos un candidato más.
Fonticiella toma como "cartas de presentación" el apoyo obtenido por el FA en las elecciones nacionales en el departamento. La izquierda obtuvo 47% en octubre y más de 52% en noviembre, y respecto del plan de gobierno municipal consideró, según dijo a la diaria: "Lo hemos cumplido con creces. Puede haber áreas en las que falte hacer cosas, pero en organización social, por ejemplo, hemos logrado el presupuesto participativo, cosas que son muy valiosas para el frenteamplista, además de las tradicionales tareas de un gobierno departamental, que son mantener un alumbrado público excepcional, la ciudad limpísima y estar desarrollando obras viales para hoy y para el futuro".
Sus colegas de Paysandú, Julio Pintos; de Florida, Juan Giachetto, y de Rocha, Artigas Barrios, también renunciarán a comienzos del próximo año para dedicarse al proselitismo propio. En los tres casos sus candidaturas irán acompañadas por otros postulantes del FA, con la lógica de que con distintas opciones se pueden captar más votantes. En Maldonado, el intendente Óscar de los Santos también buscará repetir, pero enfrentará a Darío Pérez en la interna frenteamplista.
En Montevideo y Canelones los escenarios no están tan claros. Si bien ambos intendentes, Ricardo Ehrlich y Marcos Carámbula, están dispuestos a competir para encabezar una nueva gestión, la definición forma parte de las negociaciones que actualmente lleva adelante la fuerza política por la integración del gabinete municipal (ver página 2).
Mapa blanco
En el Partido Nacional son cinco los intendentes que quieren repetir. El intendente de Flores, Armando Castaingdebat -que asumió al comienzo de la gestión, tras la muerte de Walter Echeverría, quien había sido elegido por los porongueros-, competirá en su partido con el diputado Carlos Mazzulo. El de Río Negro, Omar Lafluf, también renunciará para presentarse a la reelección, y el intendente de Colonia, Walter Zimmer, hará lo mismo, y disputará la interna con el senador Carlos Moreira.
En Soriano, Guillermo Besozzi ya tiene definido dejar el puesto a fines de enero para comenzar la campaña a mediados de febrero. "Tenemos que levantar 8.500 votos desde la elección nacional, que, si bien son elecciones distintas, hay que trabajar para ver si se puede llegar", dijo el intendente en diálogo con la diaria. El FA ganó en octubre en el departamento, y venció también, aunque con menos diferencia, en noviembre.
El intendente de Artigas, Julio Silveira, también correrá por la reelección. Para el jefe comunal, luego de "haber ordenado la casa", tras una situación "muy difícil" cristalizada en los procesamientos contra jerarcas de la actual administración, encabezada por el colorado Carlos Signorelli, "sería muy bueno que nos dieran la posibilidad de tener una continuidad en la administración".
El otro intendente que está habilitado para presentarse a la reelección es el de Tacuarembó, el nacionalista Wilson Ezquerra, pero, sin embargo, todavía no ha confirmado su voluntad de hacerlo. En diálogo con este medio explicó que si bien su intención es volver a dedicarse a su empresa importadora, los dirigentes de Alianza Nacional le solicitan que se presente. El 20 de noviembre se reúne la Convención Departamental del PN, y en esta semana deberá tomar una decisión.
Los actuales intendentes de Lavalleja y Durazno también se presentarán en las elecciones municipales. Óscar Ximénez asumió el cargo cuando Herman Vergara renunció al sillón municipal para dedicarse a la campaña electoral como candidato al Senado por Unidad Nacional, y ahora enfrentará a Adriana Peña para representar al partido. En una situación similar, Benjamín Irazábal, que sucedió a Carmelo Vidalín al frente de la comuna duraznense a mediados de este año, renunciará en febrero para competir en las departamentales.
Si nosotros podemos...
Los intendentes reeleccionistas no descartan que también existe esta opción para los presidentes. Fonticiella señaló que, así como la reelección municipal permite mantener y profundizar “las principales líneas de acción” en el departamento, la presidencial permitiría una constancia en las líneas de gobierno nacional. El intendente de Salto fue uno de los impulsores de la reelección de Tabaré Vázquez, “pero no de Pacheco”. “Depende del candidato”, explicó: “Si hay un buen presidente y la masa quiere que se reelija, ¿por qué no? Si fue malo, la gente no lo vota”.
Igual que su colega salteño, Besozzi consideró que el intendente que pugna por la reelección tiene “un plus” ante sus competidores. “En el primer período no tenemos todo claro, pero hoy, con cinco años de experiencia, tenés otra claridad. Me queda la sensación de que cinco años no son suficientes; en diez creo que uno puede redondear los objetivos que se plantea desde el principio de la gestión”, señaló.
Estos argumentos, reconoció, se aplicarían también para la reelección presidencial, de la que no está convencido. “Podría ser, pero es distinta la concentración de poder, la intendencia se limita a un departamento, y no es lo mismo para un presidente”. De todas formas, se mostró dispuesto a estudiar la posibilidad.
Por su parte, el intendente de Artigas manifestó que estaría de acuerdo con la reelección presidencial, y las distorsiones que podría generar se solucionarían si el presidente renuncia, igual que los intendentes, con tres meses de anticipación a la fecha de las elecciones.