El conflicto que desembocó en la decisión de la presidenta argentina de destituir al presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA) surgió por la demora de la entidad en cumplir con un decreto, fechado el 22 de diciembre, que dispuso la transferencia de US$ 6.569 millones de las reservas estatales a una cuenta para pagar la deuda pública argentina en este año. La resistencia del presidente del BCRA a cumplir con la medida llevó a la presidenta, Cristina Fernández, a pedirle su renuncia.

En la mañana de ayer Redrado le informó a sus colaboradores más próximos que la mandataria le había solicitado su dimisión, pero que él no la presentaría. Según informó La Nación, el jerarca aseguró que seguirá en funciones hasta que finalice su gestión, en setiembre de este año. Fuentes citadas por este diario argentino señalaron que Redrado está convencido de no haber hecho nada incorrecto en sus funciones, nada que justifique su alejamiento del cargo.

Pasado el mediodía, el ministro de Economía, Amado Boudou, explicó en una conferencia de prensa las razones del pedido de renuncia. “Martín Redrado tiene una trayectoria, ha llevado adelante tareas en el BCRA y hoy [por ayer] ha terminado su función”, sentenció.

El encargado de comunicar la decisión gubernamental fue el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien se reunió con Redrado para solicitarle su renuncia. “En este país las decisiones las toma la presidenta, no el presidente del Banco Central”, dijo, y agregó que si no se mantiene ese orden, “estamos en un Estado anárquico”. Afirmó que las posiciones en política económica de Redrado se contradecían con las del gobierno, según indicó ayer el diario Página 12.

El ministro informó además que la presidenta ya le ofreció el puesto al frente de la entidad a Mario Blejer, actual asesor del ministro de Economía, que ya presidió el BCRA en 2002. Según fuentes cercanas a Blejer, el ex titular del banco no aceptará por ahora el ofrecimiento ya que la entidad “tiene actualmente su presidente, que es el doctor Redrado”, citó ayer el diario Crítica.

En medio de la crisis, Redrado se reunió en la sede del BCRA con dos senadores de la opositora Unión Cívica Radical: Ernesto Sanz, presidente del bloque nacional del partido, y Gerardo Morales, líder del bloque legislativo. Los dos le plantearon que se abstenga de aplicar el decreto, le manifestaron su respaldo y dijeron que desde el Congreso intentarán evitar su destitución del cargo. Redrado manifestó que no se moverá de su puesto hasta que se lo remueva mediante las vías pertinentes, o sea, mediante el artículo 9 de la Carta Orgánica de la entidad, que sostiene que es el Congreso argentino el que debe tomar esta determinación.

Antes de ingresar al encuentro con Redrado, Sanz expresó que su partido se opone al decreto y considera que es necesario proteger las reservas del banco, que “son de todos los argentinos y no deben estar sometidas al capricho de nadie”. Por su parte, Morales sostuvo que no se puede pedir la renuncia de Redrado sólo “porque la Presidenta se levantó, vio un diario y se le ocurrió que tiene que renunciar. El Banco Central es autárquico”.