Bajo el eslogan “Por más democracia: no a la derecha”, personalidades que apoyaron la candidatura a la presidencia de Chile de Jorge Arrate, entre ellos tres diputados electos por el Partido Comunista chileno, manifiestan su respaldo al candidato de la Concertación, Eduardo Frei, en el balotaje del 17 de enero. Su objetivo es manifiesto: que no gane la derecha encarnada en la candidatura de Sebastián Piñera, de la Coalición por el Cambio.

En primera vuelta, Piñera recogió 44% de los votos y las encuestas lo muestran como un competidor demasiado difícil para Frei, quien sólo obtuvo 29,6% de los votos en diciembre. Sin embargo, Arrate no es el único que apoyaría a Frei para evitar el ascenso de la derecha, lo que abre un buen margen de duda acerca del resultado del balotaje.

De acuerdo a la agencia de noticias ANSA, Arrate aclaró que la formación del nuevo frente de campaña no significa que los suyos se sumarán a la Concertación ni que vayan a “sacrificar banderas”. Insistió en que “existen claras diferencias entre los objetivos de la izquierda” chilena y los de la Concertación, la centroizquierda que gobierna el país desde hace 20 años. Sin embargo, los une Piñera, un enemigo político común.

Arrate, además, restó importancia a la interna de la Concertación, marcada por la renuncia de los presidentes de dos de los cuatro partidos que integran la coalición oficialista. El miércoles dejaron su cargo José Antonio Gómez, del Partido Radical Socialdemócrata, y Pepe Auth, del Partido por la Democracia.

Respondían así a dos líneas de presión ejercidas sobre ellos. Por un lado, el ex candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami había reclamado esas renuncias como requisito para dar su apoyo a la Concertación. El 20% de votos reunidos por Enríquez-Ominami en primera vuelta capta la atención de los dos candidatos a la segunda. Por otro lado, el propio candidato oficialista, Frei, con esos votos en la mira, dio un discurso autocrítico en el que cuestionó los liderazgos dentro de la coalición gobernante y desmarcó de ella tanto su candidatura como una eventual gestión de gobierno a su cargo. Frei había dicho que “si la Concertación ha obtenido menos votos no es porque la gente prefiera otra alternativa, sino porque está molesta con las prácticas políticas”.

Un día después renunciaron Gómez y Auth. Pero no los siguieron los líderes de los dos mayores partidos de la Concertación, el Partido Socialista y la Democracia Cristiana. El líder demócrata cristiano, Juan Carlos Latorre, descartó que fuera a renunciar. Su colega socialista, Camilo Escalona, manifestó que “por unanimidad los miembros de la directiva [partidaria] han puesto sus cargos a disposición del Comité Central, que se reunirá el 23 de enero”, después del balotaje. Escalona insistió en que estará junto a Frei “hasta el final”.

Carlos Peña, rector de la Universidad Diego Portales, escribió que fue un error “confundir las demandas del electorado con las condiciones impuestas por Enríquez-Ominami”, recogía ayer la agencia de noticias EFE. Mientras, Piñera se mantenía al firme con el equipo y la dirigencia que lo llevó a ser el más votado en la primera vuelta.

Con respecto a las renuncias en la Concertación, el empresario, millonario y candidato a presidente por la Coalición por el Cambio les restó importancia y dijo que nunca en sus “largos y profundos recorridos por Chile” alguien le manifestó alguna preocupación por quién presidía los partidos que la integran.