Los abogados de la Junta de Comandantes de las Fuerzas Armadas de Honduras presentaron un pedido de que se suspenda la orden de captura contra la cúpula militar liderada por el jefe del Estado Mayor, general Romeo Vásquez, a raíz de la acusación por los cargos de abuso de autoridad y expatriación, por el golpe de Estado del 28 de junio, cuando el presidente Manuel Zelaya fue derrocado y expulsado del país.

Los cargos fueron presentados el miércoles a la Corte Suprema de Justicia por el Ministerio Público, que también solicitó una orden de captura para Vásquez y otros cinco altos cargos militares. La defensa será coordinada por Dagoberto Mejía, ex director de fiscales del Ministerio Público. Su primera medida fue presentarse en la Corte para solicitar que no se ejecute la orden de captura, y sugirió que sus defendidos se presenten por su voluntad cuando sean citados por el juez, informó el diario local La Tribuna.

Rigoberto Espinal, asesor del Ministerio Público, indicó que el Congreso decidirá si se aplica a la cúpula militar la amnistía que fue sugerida por el presidente electo el 29 de noviembre, Porfirio Lobo. Esa ley de amnistía terminó de ser redactada ayer por la Comisión Especial designada para ese fin, y será votada por el pleno del Congreso el lunes.

Uno de los diputados responsables de la redacción, Donaldo Reyes, declaró al diario hondureño El Heraldo que el texto “está redactado lo más claro para dejarlo a la inteligencia del pueblo”, y que la amnistía incluye la expatriación de Zelaya, entre otros delitos como la “sedición”, la “alteración del orden público”, los “actos de terrorismo” y el “abuso de autoridad”. También están comprendidos los delitos que se le atribuyen a Zelaya por pretender realizar un referendo al cual se oponían el Poder Legislativo y el Judicial, luego de que se creó una ley que lo ilegalizaba.

La amnistía ampararía también al presidente de facto designado por el Congreso, Roberto Micheletti. El actual gobernante anunció el miércoles que no asistirá a la ceremonia en la que traspasaría el mando a Lobo, el 27 de enero, sino que permanecerá en la Casa Presidencial. Dijo que lo haría “para que no incomode la vista de los presidentes que no tengan simpatías conmigo” y para que así vengan más mandatarios “a acompañar al pueblo en ese acto tan bonito”.

Al respecto, el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Ramón Custodio, apuntó que la población debería ir a ovacionar al mandatario a la salida de la Casa Presidencial. Abogó por que ésa sea “la respuesta que el pueblo hondureño digno les da a esos pueblos del mundo que vienen a entrometerse” y agregó que “los foros internacionales que debieron tener ética no la tienen”.

Micheletti también declaró en un programa televisivo del canal Televicentro que no renunciará a la presidencia antes del 27 de enero. “No voy cambiar porque venga alguien aquí a presionarnos”, dijo en referencia al subsecretario de Estado adjunto para el Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Craig Kelly, que visitó Honduras para reafirmar el acuerdo Tegucigalpa-San José, y le pidió al presidente de facto que se retire del cargo antes del 15 de enero, informó la agencia de noticias EFE.

El presidente de facto, quien de acuerdo al diario local La Tribuna será reconocido por su labor y cuyo nombre se le pondrá a una nueva carretera, se mostró sorprendido “de ver cómo los gringos quieren legislar en Honduras” y señaló que “la actuación internacional de ese país [Estados Unidos] es errática”.