A menos de una semana de las legislativas, el presidente estadounidense, Barack Obama, y su esposa, Michelle, intensificaron las actividades de campaña, sobre todo en los distritos electorales en los que el Partido Demócrata corre peligro.

Desde setiembre y por primera vez en casi dos años de gobierno, Obama llegó a ser tachado de impopular. Sin embargo, las más recientes encuestas hacen pensar que quizá sus esfuerzos den resultado. Según la última encuesta de Newsweek, Obama tiene 54% de apoyo, a diferencia del 48% que registraba a finales de setiembre.

La movilización del presidente, que llegó algo tarde a la campaña, es vista como “críticamente favorable”, según estrategas electorales del Partido Demócrata consultados por la BBC.

Los estadounidenses votarán el martes por 435 escaños de la Cámara de Representantes, 37 de los 100 puestos del Senado y 37 de los 50 gobernadores del país. El partido de Obama controla de momento las dos cámaras, aunque desde enero ya no cuenta con la “súper mayoría” que tenían los demócratas al comienzo de la administración actual, cuando contaban con 60 senadores. Los republicanos ya pueden bloquear o retrasar las propuestas demócratas en el Congreso cuando su posición en contra es unánime.

Los demócratas tienen 58 senadores, cuentan además con los dos representantes independientes que se aliaron con ellos en esa cámara, y tienen 40 escaños en la Cámara de Representantes.

Si Obama llegara a perder el control de las cámaras, se repetiría una situación que ya se dio en múltiples ocasiones. Lo más común es que el presidente logre establecer una relación de trabajo con los líderes del Congreso y los partidos de la oposición. Si la cámara baja queda en manos republicanas y el Senado mantiene una mayoría demócrata, como lo anuncian algunas encuestas, Obama tendrá aun más dificultades para adoptar sus reformas y se complicaría la situación del Partido Demócrata para las elecciones generales de 2012.

El experto en opinión pública John Zogby escribió en una columna publicada por BBC que, si demócratas y republicanos salen castigados sin lograr una clara mayoría, esto los obligará a buscar el diálogo y a escuchar un mensaje que será, a su entender: “No revoquen la agenda de Obama, pero pónganle freno”. No se trataría de un voto en rechazo a Obama ni para apoyar a los republicanos, sino que reforzarían su mensaje de 2008 a favor de resolver más problemas con más consenso. En opinión de Zogby este panorama le permitiría a Obama avanzar más y mejoraría, por otro lado, la imagen de los republicanos, si es que queda de lado la polarización que hoy se ve en la política estadounidense. Respecto a la elección de gobernadores, los demócratas gobiernan hoy en 26 estados y los republicanos en 24. Si las encuestas desfavorables a Obama se confirman, una decena de estados pasarían a manos de la oposición.

Además, la semana que viene se votarán alcaldes, jueces y 150 propuestas particulares en distintos estados, como la legalización de la marihuana en California. Este proyecto de ley permitiría aplicar impuestos a la marihuana, como se hace con el alcohol o el tabaco, y supondría un ingreso más para sanear las finanzas del Estado, que tiene una deuda de 20.000 millones de dólares.

Sin embargo, un sondeo de Los Angeles Times y la Universidad del Sur de California indica que el 51% de los electores rechaza la medida, que permitiría a las autoridades locales normalizar la producción, distribución y venta de canabis. Los latinos opuestos a la norma son más del 60% a pesar de las campañas en las que los defensores de la legalización aseguran que los colectivos minoritarios son las principales víctimas de detenciones en relación con esa sustancia, indicó la agencia de noticias EFE.

La clave inmigrante

El informe “Perfiles demográficos de los votantes latinos en 27 estados” estadounidenses confirma que, además de California y Florida, los estados con mayor proporción de electores hispanos son Texas, Nuevo México, Nevada y Arizona. Esto podría incidir en el resultado de las elecciones en esas localidades.

Por este motivo uno de los temas centrales de la campaña es la inmigración. “Si los latinos no participan en esta elección, entonces habrá menos votos y será menos probable lograr” la reforma migratoria, afirmó el presidente Obama, entrevistado durante el programa de radio en español “Piolín por la mañana”, presentado en Los Angeles por Eddie Piolín. La reforma migratoria es un asunto pendiente para el presidente, que se dijo “desilusionado” por no haberla aprobado, ya que llegó a la Casa Blanca gracias a un récord histórico de votos hispanos. “Si no aumenta el voto [latino] en esta elección, creo que va a ser mucho más difícil y es por eso que yo creo que es muy importante que las personas se enfoquen en votar el 2 de noviembre”, insistió.

También apuntó a los republicanos, destacando la necesidad de lograr un consenso y de solucionar la cuestión de los 11 millones de indocumentados, a cambio de más seguridad en la frontera con México y más controles en el interior, informó el diario estadounidense en español Tiempo.

El estado con mayor concentración de inmigrantes latinoamericanos es Nuevo México, con 38%. Allí la candidata republicana, Susana Martínez, es hispana y lidera las encuestas, pero las políticas antiinmigración de su partido, y su propio discurso en ese sentido, podrían jugar a favor de la demócrata Diane Denish.

“Donde hay muchos latinos las elecciones están muy competitivas”, dijo Mark Hugo López, el director asociado del Centro Hispano Pew, a la BBC.

Un informe de ese centro indica que el fracaso de la reforma migratoria hace que sólo la mitad de los electores latinos esté segura de su voto. Una encuesta de la consultora Gallup afirma que el apoyo hispano a candidatos demócratas bajó 19% entre agosto y setiembre. También el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Miami, George García, dijo al medio británico que la falta de posicionamiento fuerte en contra de las políticas republicanas antiinmigración de indocumentados, que se concretó con su aplicación en el estado de Arizona, desanimó a los latinos. “A mí me parece que el gobierno de Obama no está tratando de contrarrestar agresivamente las posiciones antiinmigratorias que están saliendo del Partido Republicano”, declaró.

La ex candidata republicana a la vicepresidencia, y referente del movimiento conservador Tea Party, Sarah Palin, insiste en que la votación del martes es un referendo a la gestión de Obama, y la bautizó como “la elección del siglo”.