La Mesa Coordinadora de las Cajas de Auxilio y la Asociación de Escribanos del Uruguay (AEU) reclamaron ayer en el Senado, durante la presentación en comisión general del ministro Daniel Olesker, una prórroga para el ingreso de los seguros no convencionales al Fondo Nacional de la Salud (Fonasa) -previsto para el 1º de enero- y así estudiar una solución para su continuidad. Cualquier alternativa implicará una salida legal, y a los trabajadores les preocupa el poco tiempo que resta para finalizar el año.

Para ambas agrupaciones, cuyos integrantes fueron desalojados de las barras por insultar a los senadores oficialistas, no hay una “propuesta concreta sobre cómo pasarían” los seguros no convencionales o cajas de auxilio por un lado, y el Sistema Notarial de Salud (SNS), por otro, al Fonasa, según dijo a la diaria el presidente de la Mesa Coordinadora, Ruben Figueira.

Hay varios proyectos en discusión. El diputado Jaime Trobo (Unidad Nacional) planteó impedir el ingreso de los seguros al Fonasa y su par nacionalista Javier García (Alianza Nacional), postergarlo hasta 2014. También presentó el suyo la Mesa Coordinadora, pero ninguno es aceptado por el gobierno.

El martes, el secretariado del PIT-CNT analizó la alternativa del Ejecutivo. Según Edgardo Oyenart, coordinador de la central e integrante de la comisión de sindicatos con cajas de auxilio, éstas necesitan “para sobrevivir” entre 3% y 4% de los aportes patronales y personales que pasarían al Fonasa. El gobierno propuso al PIT-CNT mantener 2% de dichos aportes durante el primer año de entrada en vigencia, el segundo año 1% y el tercero terminar la financiación, habilitando que las empresas y los trabajadores paguen en partes iguales el aporte extra.

La contrapropuesta de la central se basa en que el aumento del subsidio por enfermedad previsto por el gobierno será gradual en los próximos cinco años (de tres BPC a ocho al final del quinquenio). “De la misma manera, aportaríamos proporcionalmente”, propone Oyenart, reclamando que los recursos a las cajas disminuyan pero en cinco años y no en tres. Los escribanos, que tienen el SNS y según la ley del Fonasa, también deben ingresar al sistema, reclaman el mantenimiento de su seguro, ya que “no está desfinanciado y se autoabastece, no le pide nada al Estado”, explicó la secretaria de la AEU, Lydia López. El seguro atiende a unos diez mil escribanos. La actual pelea, según López, es para posponer el ingreso al Fonasa.

Finalmente, el Sindicato Médico del Uruguay (SMU) maneja, en el marco de los Consejos de Salarios, una propuesta que según su presidente, Julio Trostchansky, fue aceptada por las instituciones médicas de Montevideo y los ministerios de Trabajo, Economía y Salud, aunque todavía no tiene el aval de la Federación Médica del Interior y las Sociedades Anestésico-Quirúrgicas. La alternativa es similar a la del PIT-CNT, el aumento paulatino de los aportes al Fonasa en cinco años y el pago de la diferencia entre el tope del subsidio por enfermedad y el total en partes iguales por empresarios y trabajadores, lo que requeriría un aporte extra del 1% para los médicos.

La bancada de diputados del FA analizará el lunes el tema. “No hay mucha cosa que se esté acordando, pero sea lo que sea, tiene que después traducirse en leyes, y si no vienen ahora, no va a dar el tiempo para aprobarlas antes de que entre en vigencia la ley”, expresó Jorge Pozzi (Nuevo Espacio). En la reunión se discutirá la alternativa de prorrogar el ingreso, pero eso requeriría acuerdos en la interna del FA. El gobierno no tiene previsto hacerlo, según ha reiterado Olesker.