Por primera vez en la historia de la Iglesia Católica un papa admitió el uso del preservativo, aunque sólo en casos específicos. Benedicto XVI reconoció en alguna medida su utilidad en un libro-entrevista, escrito por el periodista Peter Seewald bajo el título Luz del mundo. El papa, la Iglesia y el signo de los tiempos, que se publica mañana.

El líder de los católicos considera que “pueden darse casos particulares en que está justificado el uso del preservativo”, por ejemplo “cuando una prostituta utiliza un preservativo y éste puede constituir el primer paso hacia una moralización, un primer acto de responsabilidad para desarrollar otra vez la conciencia de que no todo está permitido y de que no se puede hacer todo lo que se quiera”, declaró de acuerdo con el diario español El País. Pero Joseph Ratzinger puntualizó que no es el preservativo “la forma apropiada y verdadera de vencer el contagio del sida”, sino “una humanización de la sexualidad”.

De acuerdo a la agencia EFE, el jerarca religioso estima en la entrevista que “concentrarse sólo” en el preservativo es “trivializar” la sexualidad y que eso hace que muchas personas no vean en la sexualidad la expresión del amor, “sino sólo una especie de droga, que se suministran a sí mismos”.

De todas formas, sus declaraciones evidencian un cambio de posición. En marzo de 2009, Benedicto XVI dijo durante su primer viaje a África que “la única vía eficaz” para luchar contra el sida que acorrala ese continente era “una renovación espiritual y humana de la sexualidad”, un “comportamiento humano moral y correcto, destinado a sufrir con los sufrientes”.

Con respecto a la ordenación de las mujeres, Ratzinger también se pronuncio y afirmó que es importante que la Iglesia Católica demuestre que no es una institución “arbitraria” pero que “no puede hacer lo que quiere” porque se ha de atender “a la voluntad del Señor”. Según expuso, fue Jesucristo el que le dio “forma a la Iglesia con los doce apóstoles y su sucesión con los obispos y sacerdotes”, y seguir esos preceptos “es un acto de obediencia” tal vez “incómoda” en el mundo actual, publicó Europa Press.

El libro está dividido en 18 capítulos que revelan la posición del papa sobre distintos temas actuales. Los adelantos fueron publicados por el diario del Vaticano, L’Osservatore Romano.

Entre los otros temas abordados por el religioso está el de los escándalos de pedofilia. Al respecto señala: “Los hechos no me sorprendieron del todo” porque “me había ocupado de los casos norteamericanos; había visto crecer también la situación en Irlanda”. Sin embargo, el papa señaló que “las dimensiones” que tomaron fueron “un verdadero shock” para él. También se pronunció en contra de la prohibición del velo islámico integral, habló de las relaciones con los judíos y de las drogas, adoptando posiciones menos novedosas que las tomadas respecto al preservativo.