El último paquete recibido ayer en Grecia estaba destinado a la embajadora chilena en Atenas, Carmen Ibáñez. La Policía había dado instrucciones el lunes para que las representaciones extranjeras fueran cautelosas a la hora de recibir correos, luego de que se encontraran los cuatro primeros paquetes repletos de explosivos. Éstos tenían como destino las embajadas de Bélgica, Holanda, México y Francia. Este último envío estaba dirigido al presidente francés, Nicolas Sarkozy.

Las autoridades griegas pudieron interceptar y detonar de manera controlada tres paquetes de los cuatro, pero el que iba destinado a la embajada mexicana explotó en manos de una empleada de la mensajería Swiss Mail, lo que le causó heridas leves.

Dos de los envíos atajados fueron descubiertos en posesión de dos hombres armados y vestidos con chalecos antibalas -de 22 y 24 años- que están ahora detenidos. Llevaban consigo una lista de direcciones que serían posibles objetivos y datos de compañías de mensajería, informó la agencia de noticias EFE.

El primer detenido es un estudiante de química y estaría vinculado con un atentado adjudicado a la organización anarquista Conspiración de núcleos de fuego, cometido hace un año contra un ómnibus en Atenas, sin causar heridos. Esa organización es considerada responsable de varios ataques contra la Policía, la Justicia y también contra políticos. El segundo sospechoso sería hermano de un militante requerido por sus lazos con otra organización llamada Secta Revolucionaria.

Ayer continuaban llegando paquetes sospechosos, de los que no se pudo establecer la fecha de envío. Los blancos fueron esta vez las representaciones diplomáticas de Chile, Suiza, Bulgaria, Rusia y Alemania. En el último caso, el envío era para la canciller alemana, Angela Merkel. Además estallaron ayer dos explosivos remitidos a las delegaciones rusa y helvética, sin causar heridos. Depositado en la entrada, el paquete para la embajada suiza era examinado por ser sospechoso, cuando saltó una llama, indicó la agencia AFP.

La embajadora chilena, Ibáñez, explicó a EFE que un mensajero llevó ayer un correo hasta la puerta de la sede diplomática, pero los funcionarios no lo aceptaron. “Como no los dejamos subir al edificio, se fueron con ese sobre a la Policía y efectivamente era una bomba y fue detonada”, explicó la embajadora.

Los paquetes bomba contenían libros que adentro tenían un polvo negro, y estaban pensados para que explotaran al ser desenvueltos, con un dispositivo desconocido, publicó el diario francés Le Monde citando como fuente la prensa alemana. Indicó, además, que en el caso del envío destinado a la canciller alemana, figuraba como remitente el Ministerio de Economía griego.

El activismo extremista imputado a organizaciones ultraizquierdistas y anarquistas se está convirtiendo en un problema recurrente para la Policía griega. En los últimos años, se multiplicaron los atentados, que en su gran mayoría no presentaron consecuencias de gravedad.

Pero esta mala propaganda internacional cae en un momento en que el primer ministro griego, George Papandreu, llama a los electores a transmitir un mensaje de “fiabilidad” y “estabilidad” en las elecciones del domingo.

El gobernante Partido Socialista, que ante la crisis tuvo que imponer un plan de austeridad impopular a pedido de sus socios europeos, está perdiendo fuerza en los sondeos.