La Asamblea Nacional de Kazajstán aprobó ayer un proyecto de ley, impulsado por un grupo de ciudadanos liderados por un rector de universidad, que pretende eliminar las dos próximas elecciones presidenciales mediante una consulta popular. Así, el actual mandatario, Nursultan Nazarbayev, que gobierna hace más de 20 años, continuaría en su cargo hasta el 2020.

Para alcanzar su objetivo, los defensores de la reforma constitucional deben reunir al menos 200.000 firmas de ciudadanos de todas regiones del país, indicó la agencia estatal de noticias rusa, Ria Novosti. En dos días habían reunido 150.000 adhesiones, de acuerdo a la televisión estatal kazaja.

Como la oposición no está representada en ninguna de las dos cámaras, la aprobación del Senado debería ser un simple trámite.

“Al igual que toda la Nación, nosotros los parlamentarios asociamos el brillante futuro de nuestro país únicamente a usted y a su nombre”, escribieron los diputados kazajos en referencia al mandatario, en una solicitada publicada en la prensa local, indicó la agencia de noticias Reuters.

Nazarbayev, ex miembro del buro político del Partido Comunista Soviético, asumió al liderazgo de Kazajstán antes de que el país saliera de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y se lo considera el “fundador del Estado independiente”.

La Constitución ya establece que el presidente puede ser reelecto en forma indefinida y desde mayo se le atribuyó el título de “Jefe de la Nación” que amplía su inmunidad y sus poderes, incluso para cuando deje el cargo.

El mandatario, que hoy tiene 70 años, jamás permitió que se realizaran elecciones libres, indica la Organización por la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), citada por la agencia de noticias AFP. Pero el rápido crecimiento del país y las ganancias petroleras alimentan su popularidad, explicó la BBC. En 1995 un referendo prolongó el mandato de Nazarbayev por cinco años y en 2005 fue reelecto con el 91% de los votos.

Esto no impidió que en 2010 Kazajstán fuera la primera ex república soviética en presidir la OSCE, organismo a cargo de amparar la democracia en sus 56 estados miembros.