El presidente Evo Morales manifestó que la suba del barril de petróleo producido en Bolivia, de 27 a 59 dólares, busca incentivar una mayor producción de carburantes líquidos, según la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía.

El decreto al respecto, emitido el domingo, aumentó los precios de los combustibles entre 57% y 82%. La producción boliviana de diésel y gasoil no es suficiente, y el país debe comprar combustible para satisfacer la mitad de la demanda interna.

Morales justificó ayer esa decisión y dijo que como gobernante debe cuidar los recursos naturales y económicos y no regalarlos a otras naciones, en forma de subvenciones en los precios de los hidrocarburos, indicó la agencia estatal de noticias ABI.

“La oposición ha llamado a esa decisión 'gasolinazo', pero en realidad es una nivelación de precios”, afirmó el presidente. Negó que la medida busque recaudar fondos para el pago de aguinaldos o de salarios y señaló que se dispuso para ahorrar esos recursos y reinvertirlos en programas de desarrollo social.

Explicó que Bolivia gastó 600 millones de dólares en 2010, sumados a 380 millones de subvenciones para abastecer el mercado interno, mientras parte de los combustibles salían del país de contrabando, “lo que significaba regalar los recursos de Bolivia a otras naciones”.

El ministro de Economía y Finanzas Públicas, Luis Arcea, anunció un aumento de salarios en febrero -y no en mayo como es lo habitual-, basado en la inflación. De acuerdo con el diario boliviano La Razón, los números que se utilizan para calcularlo tomarán en cuenta los ajustes de precios que ocurran en los últimos días de 2010 y las primeras semanas de 2011, debido al aumento del precio de los carburantes.