Un documento publicado por el diario británico The Independent reveló un plan del gobierno británico de junio de 2001, que consistía en realizar un “contrato con el pueblo iraquí”, que prometía ayuda económica, acuerdos comerciales, petróleo y cancelaciones de deuda, si derrocaban al presidente iraquí Saddam Hussein.
El documento, escrito durante el gobierno del primer ministro Tony Blair, mantenía que “aquellos que deseen promover el cambio en Irak merecen nuestro apoyo”, y sería presentado a los iraquíes junto con sanciones internacionales contra Hussein, pero pasó el tiempo y la iniciativa fue cancelada luego del ataque a las Torres Gemelas.
“Queremos trabajar con un Irak que respete los derechos de su pueblo, viva en paz con sus vecinos y cumpla el derecho internacional”, indica el texto. Al ser consultado por The Independent, quien fuera el responsable británico para la política de Oriente Medio cuando el texto fue redactado, William Patey, señaló que el documento “era una manera de señalar al pueblo iraquí que aunque no tuviéramos la política de modificar un régimen extranjero”, no se aprobaba la permanencia de Hussein en el gobierno.
El documento, señaló el periódico, demuestra que Blair, quería o planeaba derrocar al régimen iraquí desde antes del ataque a las Torres Gemelas estadounidenses del 11 de setiembre de 2001, que luego el gobierno de Estados Unidos intentó vincular a Irak. El ex primer ministro negó que existieran esas intenciones al comparecer el viernes ante la comisión independiente que investiga la participación británica en la guerra de Irak. Dijo que los ataques a las Torres Gemelas fueron detonantes para que cambiara la percepción del riesgo que corría Reino Unido frente a las armas de destrucción masiva.
Blair será llamado nuevamente a declarar en esa comisión investigadora, informó el diario The Guardian, porque parte de su testimonio entró en contradicción con el que dio el ex fiscal general, Peter Goldsmith. Otro documento similar está en poder de la comisión investigadora y se trata de un texto titulado “Cambio de régimen”, escrito por el entonces consejero de Blair en política exterior, John Sawers, que manifiesta que era necesario ofrecer “un contrato” al pueblo iraquí.