El Supremo Tribunal de Brasil negó la excarcelación al gobernador de Brasilia, José Antonio Arruda, detenido por recibir sobornos, y su situación se complicó otro poco el fin de semana. Ahora el ministerio público prepara una nueva acusación en su contra, informó el portal de O Globo. Intenta determinar si el gobernador utilizó a la Policía para espiar al propio Ministerio Público y conseguir información acerca de las investigaciones que lo involucran.
El gobernador, que fue filmado cuando recibía coimas, está acusado de integrar una organización que cobraba a empresarios a cambio de facilitarles contratos con el gobierno del distrito federal de Brasil y también de intentar sobornar a un testigo del caso. El escándalo involucra también a varios políticos cercanos a él, lo que dejó mal parado a su partido, el derechista Demócratas (DEM), que decidió expulsar a Arruda de sus filas.
Además, para tomar distancia de esta situación, la dirección Ejecutiva Nacional del partido emitió una resolución en la que “comunica a sus afiliados ocupantes de cargos en el Gobierno del Distrito Federal que, independientemente de quién esté al mando del Poder Ejecutivo local, el plazo final para dejar esos puestos es el primer día después del feriado de Carnaval”, y de lo contrario enfrentarán sanciones partidarias, según informó el diario Folha de São Paulo.
Pertenece a DEM el actual gobernador en ejercicio, Paulo Octávio, quien dijo a la cadena O Globo: “Estoy poniendo toda mi carrera política en juego”. Octávio asumió el jueves, cuando Arruda se entregó a la Policía y pidió licencia como gobernador.
También se entregaron desde entonces otros correligionarios de Arruda, su sobrino y secretario, Rodrigo Arantes, el ex secretario de Comunicación del gobierno de Brasilia, Welligton Moraes y el ex director de la Compañía Energética de Brasilia, Haroaldo Brasil de Carvalho. Sigue prófugo otro, el ex diputado Geraldo Naves, y un quinto hombre ya está preso por este caso: el consejero del Metro, Antonio Bento da Silva, informó Folha.
El presidente de Brasil, Lula da Silva, celebró que Arruda se entregara y que evitara así la “pirotecnia” de imágenes que lo mostraran al “salir de casa esposado” y opinó que Brasil necesita “ser más duros con la corrupción, con el corrupto y con el corruptor”. El 8 de febrero, el presidente envió al Congreso un proyecto de ley con ese objetivo, que establece castigos para las empresas involucradas en casos de corrupción.
La investigación contra Arruda repercutió también en el carnaval de Río de Janeiro. La escola de samba Beija Flor, que este año preparó para el desfile de Carnaval un homenaje a Brasilia por su cincuentenario, excluye de su propuesta toda mención a las detenciones, las coimas y los detalles del caso del que se habla desde noviembre en la capital.
El gobierno del Distrito Federal era uno de los principales auspiciantes de su espectáculo de este año, con un aporte cercano al millón de dólares, un cuarto de la inversión de la escola en este Carnaval, indicaron O Globo y AFP. Beija Flor informó que a pedido de Arruda, centró su puesta en escena en la historia de la ciudad, en “Brasilia 50 años - Brillante al sol del nuevo mundo, Brasilia del sueño a la realidad, capital de la esperanza”, como se llama su samba de enredo. De acuerdo a la agencia de noticias, algunos medios brasileños especulan que el escándalo de corrupción puede afectar el puntaje de la escola.
La presencia de Arruda en el Carnaval que comenzó este fin de semana se siente también en el éxito inesperado de una careta con su imagen. Olga Gilbert, dueña de la fábrica de máscaras Condal, la principal de Río, dijo a la agencia de noticias ANSA que “Lula es el político que más vende caretas”, que este año, “apenas le gana la de Michael Jackson” y que, en segundo lugar en la categoría políticos, aparece la candidata oficialista a la Presidencia, Dil-ma Rousseff. Pero la careta del gobernador encarcelado tuvo una demanda inesperada: “Tuvimos que acelerar la producción porque varias agrupaciones de Carnaval compusieron temas sobre la corrupción y Arruda”.