Irregularidades burocráticas impidieron a Pueblo de la Libertad (PDL), el partido del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, registrar sus listas para las elecciones regionales en algunas de las 13 provincias (de las 20 que tiene Italia) que votan el 28 y 29 de marzo. El oficialismo había quedado sin listas en la región de Lacio, cuya capital es Roma, el centro político de Italia, y Lombardía, donde está Milán, el corazón económico del país.

Varios centenares de personas reclamaron en Roma que la lista de la candidata oficialista a presidenta de la región, Renata Polverini, fuera aceptada, aunque se había presentado fuera de fecha. Horas después, el Tribunal de Apelaciones de Roma aceptó el recurso presentado por la candidata y decidió que su lista podía presentarse a las elecciones.

En Lombardía el candidato para la reelección, Roberto Formigoni, no tuvo la misma suerte. Su lista presentó firmas que se consideraron irregulares, por lo que no cumplía con los requisitos de respaldo. Pero la solución no tardó en llegar. El viernes, Berlusconi y su Consejo de Ministros aprobaron un “decreto de ley interpretativo” de la ley electoral, que, como su nombre indica, puntualiza y precisa el reglamento existente, informó la agencia de noticias EFE. “El gobierno se ha limitado a decir cuál es la interpretación correcta” a las normas vigentes, dijo el ministro del Interior, Roberto Maroni, quien insistió en que no hubo “modificación alguna de la ley electoral”.

Si bien el presidente italiano, Giorgio Napolitano, se había mostrado renuente a nuevas normas, finalmente firmó la ley interpretativa, y recibió fuertes críticas. Como las del líder de Italia de los Valores, el ex magistrado Antonio Di Pietro, quien señaló que “ahora lo que hay que entender bien es cuál ha sido el papel de Napolitano en este asunto sucio”, para verificar si se le puede hacer un juicio político, citó la agencia de noticias ANSA. Para Di Pietro, la ley es insconstituconal.

Por su parte, Napolitano se limitó a aclarar que “la exclusión de PDL en las elecciones no era sostenible”. El diario italiano Corriere della Sera informó que Berlusconi destrató al presidente italiano, que hubo gritos y amenazas de protestas, y que el primer ministro le dijo que él es el único líder votado por el pueblo, por lo que su firma era sólo un trámite formal. Las protestas se reiteraron, pero esta vez desde los opositores Partido Demócrata, Italia de los Valores y el movimiento político Pueblo Violeta, que instaron a sus simpatizantes a protestar contra el decreto desde el sábado pasado hasta el próximo, cuando habrá una manifestación nacional, bajo el lema “para vencer, sí a las reglas, no a los trucos”.

El nuevo decreto puede haber tenido el efecto deseado para las listas del partido de Il Cavaliere, pero un nuevo sondeo publicado ayer por Corriere della Sera señala que la popularidad del gobierno bajó cuatro puntos porcentuales, hasta 39%, uno de los más bajos desde que Berlusconi está en el poder.