Asume hoy el cargo el presidente electo de Chile, Sebastián Piñera, en momentos en que su país enfrenta una de las mayores catástrofes naturales ocurridas en su territorio. El terremoto de 8,8 grados en la escala de Richter que azotó Chile el 27 de febrero se llevó 497 vidas -según los últimos datos oficiales-, y afectó a dos millones de personas. Además, se siguen sumando réplicas de entre 5 y 7 grados, pero uno de los sismólogos de la Universidad de Chile, Jaime Campos, dijo a la agencia de noticias EFE que aún falta la réplica “de mayor intensidad”.

Ni el terremoto, ni las réplicas, ni los saqueos, ni los reclamos tanto de la oposición como de los propios afectados, dañaron la popularidad de la presidenta, Michelle Bachelet. Se retira con 96% de “cariño” de los chilenos, informó BBC, citando una encuesta de la consultora Mori.

Su gobierno mantuvo la aprobación del 84% de los chilenos que tenía antes del terremoto, de acuerdo al sondeo de la consultora Adimark, aunque los números de Opina, publicados por el diario chileno El Mercurio, indican que el 60% de los chilenos creen que la reacción frente al terremoto fue “tardía e ineficiente”. La mandataria, que según las encuestas es la más popular de los que tuvo Chile, entregará hoy la banda presidencial al opositor Piñera. Este político y empresario, que obtuvo 51,6% de los votos el 17 de enero, arrancó de cuajo la esperanza de la centroizquierdista Concertación de alcanzar los 25 años de gobierno consecutivo. Se convertirá así en el primer gobernante de derecha en Chile desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

Piñera, un empresario que según la revista Forbes tiene más de 1.000 millones de dólares y es una de las mil personas más ricas del mundo, formó su gabinete respetando su promesa de no incluir a ministros de la época de la dictadura que lo apoyaron en su campaña. Pero sí incorporó a cuatro ex funcionarios de la dictadura y a un miembro de la Concertación que abandonó su partido para asumir el cargo.

Prometió pasar a un fideicomiso ciego todos sus emprendimientos económicos antes de asumir la presidencia para evitar conflictos de intereses, pero postergó hasta el 30 de abril la venta de 11,33% de sus acciones de la aerolínea LAN luego de vender otro 15%. Señaló al terremoto y al posterior tsunami que afectaron Chile como responsables de esos retrasos; pero Radio Cooperativa de Chile informó que luego de los desastres naturales las acciones en poder del empresario bajaron su precio notoriamente.

Piñera, quien afirmó que ampliará la declaración del “estado de catástrofe” a las regiones que lo exijan y que mantendrá desplegados a los militares en las zonas de Maule y Bío Bío, argumentó que lo hace “en primer lugar para que garanticen el orden público”, y en segundo, porque los militares tienen “una serie de herramientas e instrumentos muy apropiados en tiempos de catástrofe”.

Piñera, que asumirá en una ceremonia de investidura austera a causa del terremoto, recibirá la banda presidencial de manos del senador Jorge Pizarro, de la Concertación, a quien la entregará Bachelet.