El número de muertes causadas por el terremoto en Chile volvió a aumentar y llegó a 802. Las autoridades indicaron que sólo hay 19 denuncias de personas desaparecidas, pero estiman que los casos son más, y por eso no hay aún una cifra oficial.
Mientras que los rescatistas continúan trabajando con perros entre los escombros con la esperanza de encontrar sobrevivientes, el presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Lorenzo Constans, no descartó que “existan errores” en la construcción de algunos edificios que, recientemente construidos, se derrumbaron en el terremoto. Constans anunció la colaboración de la CChC con la investigación que realizará el Ministerio de Vivienda, a partir de la sospecha de que algunas de las edificaciones no respetaron la reglamentación.
El diario chileno La Nación consultó a Constans sobre la situación del edificio construido en 2009, en Concepción, que quedó reducido a escombros el sábado. El dirigente empresarial dijo que el responsable, Juan Ignacio Ortigosa, renunció a su cargo de presidente regional de la CChC.
En las regiones de Maule y Biobío, el toque de queda del martes dejó 126 detenidos, todos por violar la orden de permanecer en sus domicilios, indicaron las autoridades militares, que podrían ver ampliadas sus regiones de trabajo en unos días. El presidente electo de Chile, Sebastián Piñera, que asumirá el 11 de marzo, anunció que probablemente amplíe el toque de queda.
Al respecto, el ministro de Defensa, Francisco Vidal, declaró al diario chileno La Tercera que considera que sólo en esas regiones debe regir el toque de queda, porque son las más afectadas. Señaló que “él [Piñera] puede tomar esa decisión en ocho días más”. El ministro daba a entender así que Piñera todavía no gobierna. “No tengo nada que opinar sobre las decisiones que se tomen” cuando Piñera sea el presidente, agregó.
Para explicar las decisiones del gobierno, el Senado convocó al ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, lo que fue criticado por la coalición de gobierno, la Concertación. Su vocero, Juan Carlos Latorre, señaló que le parece “insólita” la citación por las “circunstancias”. Están “distrayéndolo efectivamente de una tarea que exige su presencia”, citó el diario chileno El Mercurio. Aseguró que es momento “de colaboración” y “no para mezquindades políticas”. Algo similar señaló la presidenta chilena, Michelle Bachelet, quien dijo que no es tiempo de “sacar cuentas pequeñas ni pasar cuentas políticas”.
Mientras tanto, el comandante en jefe de la Armada, el almirante Edmundo González, reconoció públicamente ayer que los militares fueron “poco claros en la información” que dieron a la presidenta acerca de la posibilidad de tsunamis luego del terremoto con epicentro en el mar. Asumió cierto grado de “responsabilidad en las muertes”, al día siguiente de que el ministro de Defensa, Francisco Vidal, afirmara que hubo un “error de diagnóstico” de la Marina.
La directora de la Oficina Nacional de Emergencia (Onami), Carmen Fernández, restó importancia al reconocimiento de la Armada, señalando que no es el momento de entrar en este tipo de declaraciones porque hay que concentrarse en la asistencia a los damnificados.
Aun así, afirmó que la información facilitada por la Marina en su momento tenía “tal nivel de imprecisión, ambigüedad, que a nadie le permitió tomar una decisión”, y que la explicación del error requiere “documentos y mapas” porque son “aspectos técnicos”.
Las críticas ya no se dirigen sólo al gobierno o a la Armada: ahora se agregan los medios de comunicación. Eduardo Arriagada, profesor de periodismo de la Universidad Católica, señaló a BBC que los medios informaron del terremoto con “cierta dosis de sensacionalismo”, dando la idea de que en todo el país reinaba el desastre. El docente afirmó que las imágenes sobre saqueos que se reiteraban en la televisión hasta el martes, sin aclarar que eran las mismas repetidas una y otra vez, generaron la impresión de que los saqueos eran más que los que realmente eran.
El director de la Escuela de Periodismo de la Universidad, Diego Portales, aseguró que “hubo estaciones que repitieron los saqueos en exceso, que alimentaron sus notas con música de terror y le agregaron la entrevista efectivista”. Pero destacó que “la real dimensión de la crisis fue descrita por los medios antes que por las autoridades”.
Al respecto, el intendente de la región metropolitana, Igor Garafulic, señaló que el martes los medios “decían que estaban robando en el barrio Meiggs”, los comerciantes cerraron sus puertas, y cuando llegó la Policía descubrió que no era cierto. El ministro de Hacienda, Andrés Velasco, dijo que había que hacer un esfuerzo serio para que la información que llegue a la gente se base en la realidad y no en los rumores.
En entrevista con Radio Cooperativa, Bachelet también se refirió al tema y aseguró que “hay una suerte de psicosis colectiva, y de rumores que no ayudan en nada” porque “ya hay demasiado drama”.
Ayer por la tarde, en la portada web del diario La Tercera, bajo un cartel de “Megaterramoto en Chile”, el titular indicaba: “Continúa incertidumbre sobre tsunami luego de réplica en Bío Bío”, luego de que la Onami descartara la posibilidad de que se produjera un tsunami a causa de una nueva réplica de 5,9 grados en la escala de Richter.