“Espero que el odio no prevalezca sobre el amor, estoy convencido de que lo positivo es la mejor actitud del espíritu y todo tiene que ir en esa dirección”, declaró ayer el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, al emitir su voto en Milán, en unas elecciones regionales en las que muchos leen que se plebiscita su gestión.

El resultado de estas elecciones, que según se estimaba se conocerá esta tarde, es crucial con miras a las legislativas de 2013, en las que se enfrentarán el Pueblo de la Libertad, de Berlusconi, y el opositor Partido Demócrata, liderado por Pierluigi Bersani.

Unos 41 millones de italianos están llamados a las urnas desde ayer para elegir a los presidentes regionales y los alcaldes de 13 de las 20 regiones. Sólo dos de las regiones en las que se vota -Lombardía y Véneto- están en manos del oficialismo, que de acuerdo a las encuestas, podría acceder al gobierno de cuatro o cinco regiones más, informó la agencia de noticias italiana ANSA.

Las encuestas también aseguraron que crecerá en esta votación el respaldo a la Liga Norte, partido de ultraderecha aliado a Berlusconi, lo que le daría una mayor presencia en el gobierno. En respuesta, el primer ministro aseguró que su gobierno no sufrirá grandes cambios sin importar el resultado de las elecciones, informó la agencia de noticias Reuters.

La Liga Norte ha instalado una agenda de políticas sociales conservadoras, hostilidad hacia los extranjeros y propuestas polémicas en materia de seguridad. Un ejemplo de su perfil lo dio la semana pasada su líder, Umberto Bossi, quien se alegró de que Berlusconi no hubiera aprobado el matrimonio entre personas del mismo sexo. “Menos mal”, decía, “si no hubiera sido así, ahora tendríamos un país lleno de matrimonios homosexuales”.

Este partido podría convertirse en el triunfador de las elecciones regionales al cosechar votos que pudiera perder el Pueblo de la Libertad a causa de los escándalos en los que se vieron involucrados tanto el partido como su líder, Berlusconi. “Recientes episodios de corrupción [...] ahuyentan a los votantes”, dijo a la agencia de noticias Reuters Nando Pagnoncelli, de la consultora Ipsos. La larga lista de escándalos que en 2009 involucraron al primer ministro incluyen desde su mediático divorcio, vinculado a escándalos de prostitución, hasta cargos de corrupción que Il Cavaliere ha esquivado con varias leyes que promovió el gobierno para evitarle ir a declarar ante la Justicia. El mandatario se enfrentó constantemente a los jueces italianos, a quienes acusa de ser agentes de la izquierda embarcados en una campaña en su contra.

En estas elecciones, Berlusconi no logró que la lista de su partido fuera aceptada en el Lazio, pero quien sería la candidata del Pueblo de la Libertad a presidenta regional, Renata Polverini, podrá ser electa en una lista independiente.

Analistas consultados por ANSA, y el diario español El País, señalaron que la irregularidad burocrática por la cual la lista oficialista quedó fuera de las elecciones regionales es uno de los factores que fomentarán la abstención. Ayer sólo el 35,4% de los ciudadanos había concurrido a votar, siete puntos menos respecto de las regionales de 2005, según informó el Ministerio del Interior.

Otra polémica que marcó la campaña fue la decisión del primer ministro de suspender los programas televisivos políticos el mes anterior a las elecciones. También se investiga su supuesta presión a los responsables de la televisión estatal RAI para que eliminara un programa por considerarlo opositor.

Dos hechos aislados colaron la violencia en las elecciones. Un sobre con una bala en su interior dirigido a Berlusconi fue interceptado ayer por trabajadores del correo, y uno de sus empleados fue herido, el sábado, cuando estalló en sus manos una carta bomba que estaba enviada a la sede en Milán de la Liga Norte.