“Los franceses han dado esta noche una victoria sin precedentes a las listas de la izquierda” en la segunda vuelta de las elecciones regionales, proclamó ayer la primera secretaria del Partido Socialista (PS) francés, Martine Aubry. De acuerdo con los sondeos a boca de urna, los socialistas, que ya gobernaban 20 de las dos 22 regiones de Francia, sumaron una más, Córcega. Sólo Alsacia quedó en manos de la gobernante Unión por un Movimiento Popular (UMP), de derecha. Aubry aseguró que su partido recibe la victoria “con responsabilidad” y que el resultado demuestra un “rechazo a la política del presidente de la república (Nicolas Sarkozy) y a su gobierno”.

La UMP reconoció la derrota temprano. “La izquierda ha ganado las elecciones regionales”, aceptó su secretario general, Xavier Bertrand, al canal televisivo TF1. El primer ministro, Françoise Fillon, asumió el “éxito de las listas de izquierda”. Esas listas fueron integradas por un acuerdo, en casi toda Francia, entre el PS, el más votado en primera vuelta, los verdes de Europe Ecologie y el Frente de Izquierda, convenido para la segunda vuelta de las regionales. Fillon aceptó “parte de la responsabilidad” y aseguró que discutirá hoy la situación con Sarkozy, aunque negó que la derrota pueda traer consecuencias como una renovación en el gabinete.

Un sondeo a boca de urna de TNS-Sofres, publicado por el diario francés Libération, indicaba que la participación de los votantes fue del 51%, que el Partido Socialista y sus aliados obtuvieron 49% de los votos frente a 33,5% de la UMP y 17,5% del ultraderechista Frente Nacional, que ayer celebraba su desempeño.

El líder parlamentario de la UMP, Jean-François Copé, rival de Sarkozy en la interna, afirmó: “Sufrimos un severo voto de castigo. Debemos volver a nuestros valores tradicionales”.

Aubry, a su vez, advirtió al presidente y al gobierno que “escuchar esta noche a los franceses es cambiar profundamente de política”, informó Libération. La líder del PS también señaló que los franceses eligieron a la izquierda porque “los protege y mejora su vida cotidiana, en un contexto de crisis económica”.