Fuertes lluvias cayeron ayer sobre el estado de Río de Janeiro, causando más de 95 muertes y más de un centenar de heridos, principalmente por deslizamientos de tierra. La ciudad registró en 24 horas el mayor volumen de precipitaciones pluviales de su historia, según informó el alcalde, Eduardo Paes. Cayeron 278 milímetros de agua, el nivel de los lagos se elevó más de un metro y varias avenidas se inundaron.

Tanto el presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, como el gobernador de Río, Sérgio Cabral, pidieron por favor a las personas que viven en la zona de riesgo -donde la crecida de los lagos puede alcanzarlos-, que abandonen sus casas. “Es casi un suicidio” permanecer en ellas, dijo Cabral a TV Globo, mientras que Lula, que está en Río desde que comenzaron las lluvias el lunes de noche, señaló que “es necesario estar vivo para enfrentar el problema”, y que “no hay ser humano que pueda enfrentar el mal clima”, citó el diario O Estado de São Paulo.

El responsable municipal de Conservación reconoció que, aunque “no hay sistema de drenaje que contenga la lluvia que cayó sobre Río”, la ciudad necesita “algunas reformas estructurales”.

Fueron rescatadas más de trescientas personas, pero el número de reportes de desapariciones crece en forma vertiginosa y muy imprecisa, informó Bomberos a los medios locales.

La Policía Militar está realizando acciones tácticas en las calles y abrió sus cuarteles para que los damnificados puedan resguardarse allí, mientras que Lula puso a disposición de Río el auxilio de la Armada y la Fuerza Aérea.

Panorama electoral

Por otra parte, el presidente afirmó el lunes que está convencido de que la candidata del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), Dilma Rousseff, vencerá en las elecciones presidenciales del 3 de octubre, y reafirmó que participará activamente en su campaña electoral, para pasar luego a segundo plano en el escenario político. “Después del trabajo voy a la tribuna”, graficó el mandatario.

En declaraciones a un canal de televisión local, Lula aseguró que no le interesa ocupar un cargo en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), luego de que varios medios divulgaran que había recibido una oferta en ese sentido, nunca confirmada por ninguna de las dos partes. “El cargo de la ONU debe ser ocupado por un burócrata, no tengo ese perfil”, alegó el presidente.

Rousseff estuvo el lunes en la Convención Nacional del Partido de la República, que oficializó en Brasilia su apoyo a la candidata del PT, y desde allí afirmó que “aquellos que vendieron nuestro patrimonio, que quebraron al país, no serán capaces de llevar esto adelante”, informó la agencia de noticias Reuters Brasil, en clara referencia al gobierno de Fernando Henrique Cardoso, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).

Desde el PSDB se oficializará este sábado la candidatura de José Serra, indicó esa agencia. El gobernador de Minas Gerais, Aécio Neves, fuerte figura del PSDB que rechazó la propuesta de Serra de ser su compañero de fórmula y competirá por un cargo en el Senado, aseguró que apoyará activamente la campaña de su correligionario, lo que, según analistas, puede ser muy conveniente para el candidato.

La última encuesta de la empresa Datafolha publicada en el diario Folha de São Paulo indicó un aumento de dos puntos porcentuales en las preferencias por Serra, que llegaron a 36% de la intención de voto, y un descenso de tres puntos porcentuales de los consultados que prefirieron a Rousseff, que fueron 27%.