Hasta acá llegó Ciro Gomes, que luego de jugar con la posibilidad de apoyar a la candidata del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), Dilma Rousseff, había asegurado que pelearía por la presidencia con el respaldo de su sector, el Partido Socialista Brasileño (PSB). También había dedicado duras críticas al presidente Lula da Silva y a Rousseff, y afirmado que presionaban demasiado al PSB para que retirara su propia candidatura.
El Comité Ejecutivo del PSB decidió ayer que, al igual que en las últimas elecciones, no presentará candidato propio, y retiró a Gomes de la carrera presidencial por 20 votos contra 7.
En la reunión no se discutió la posibilidad de negociar con el PT, que le ofreció al PSB apoyar a algunos de sus candidatos a gobernadores a cambio del apoyo a Rousseff. El primer encuentro para analizar esa decisión será el martes y la resolución final será oficializada el 17 de mayo, informó la agencia de noticias Reuters Brasil.
“Apoyar a Dilma es el camino natural del PSB”, dijo el presidente del partido, el gobernador de Pernambuco Eduardo Campos. Añadió que es “el deber de las fuerzas populares” contribuir a la continuidad del proyecto impulsado en los dos períodos de gobierno de Lula. Además, Campos dijo haber comunicado la decisión por teléfono a Gomes antes de informarla a la prensa.
Antes de que se conociera esa decisión, la candidata del PT afirmó respecto de Gomes: “Siempre estuvo a nuestro lado, espero que vuelva y esté aun más cerca”. Señaló que para ella “Ciro siempre fue un apoyo importante”.
El PSB entregó al partido de gobierno una lista de exigencias para apoyar a Rousseff, las que, según indicaron distintos dirigentes del PT a la prensa brasileña, son demasiadas y es posible que no sea posible cumplir todas.
Las encuestas atribuían a Gomes una intención de voto de entre 8% y 10%; a Rousseff, entre 28% y 32%, y al favorito, el candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), José Serra, entre 33% y 38%. Aun sin Gomes, Rousseff continuará en el segundo puesto y enfrentará a Serra en segunda vuelta, según sondeos que excluían al diputado socialista de la disputa presidencial.
El favorito, Serra, brindó una entrevista por correo electrónico al diario Folha de São Paulo, en la que declaró que el Mercosur limita la apertura de Brasil a nuevos mercados y aseguró que, de ganar las elecciones, intentaría hacerlo más flexible. El candidato afirmó que el bloque regional “es una obra inconclusa, con todos los costos que eso implica”.
En la entrevista, el candidato destacó un dato: “En los últimos ocho años se cerraron cien tratados de libre comercio entre países, Brasil firmó apenas uno, entre el Mercosur e Israel”. Opinó que un problema del Mercosur es que falta infraestructura, lo que eleva los gastos de transporte hasta el punto que a veces “cuesta algo parecido al transporte hasta China”.
Consultada por Folha, la directora del Centro de Estudios de Integración y Desarrollo, Sandra Polónia Rios, señaló que si se anuncia “que cada país puede negociar con quien quiere, se rompe la idea de que juntos tenemos más poder que separados”.
Mientras que Serra se enfocó sólo en aspectos comerciales, la analista destacó lo que significaría para la integración regional flexibilizar el Mercosur y consideró que equivaldría a “reconocer un fracaso en un intento de integración profunda” y que generaría “incertidumbre” en los agentes externos como la Unión Europea, que está negociando un acuerdo con el bloque.