En la comunidad autónoma de Cataluña, el debate sobre la llamada “fiesta de los toros” está instalado en el Parlamento desde hace meses y la iniciativa para proscribirlas se votará en mayo. Para que esa demora no se produzca en Madrid, la presidenta de la comunidad, Esperanza Aguirre, anunció a principios de marzo sus intenciones de declarar la tauromaquia Bien de Interés Cultural (BIC). En caso de que esto suceda, dejarían de existir las posibilidades de debatir en el Parlamento madrileño la abolición de las corridas.

El anuncio de Aguirre se convirtió en una buena defensa de la fiesta en las comunidades de Valencia, Murcia y Navarra, también gobernadas por el Partido Popular (PP), en las cuales se manifestaron intenciones de declarar BIC la tauromaquia luego del anuncio de Aguirre.

Más de 50 asociaciones que promueven la defensa de los animales, ecologistas y otras respondieron al llamado antitaurino de 16 organizaciones civiles el 28 de marzo de este año. Miles de personas salieron a las calles de Madrid para protestar contra la intención del gobierno de la comunidad de declarar BIC la corrida de toros. La manifestación, bajo el lema “La tortura no es cultura”, terminó frente a la sede del gobierno regional, donde la escritora Ruth Toledano afirmó que “las prácticas culturales que involucran la tortura de animales son inaceptables”, informó la agencia de noticias española EFE.

Si bien el vicepresidente regional de Madrid, Ignacio González, argumentó que desde hace años miembros de la colectividad taurina venían pidiendo la declaración de BIC al gobierno madrileño, también admitió que “es evidente que [ahora esa propuesta] tiene mucha relación” con el debate en Cataluña y la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para la prohibición presentada en esa comunidad autónoma.

La ILP que tomó relevancia en Cataluña es bastante similar a la que quieren promover los madrileños, que propone prohibir “en todo el territorio de la Comunidad de Madrid las corridas de toros y los espectáculos de toros que incluyan la muerte o sufrimiento del animal, y la aplicación de las ‘suertes’ de la pica, las banderillas y el estoque, así como los espectáculos taurinos de cualquier modalidad que se celebren en las plazas de toros o fuera de ellas”, según se explica en el sitio web de una de las asociaciones implicadas en el movimiento, dosorejas.org.

El Refugio es otra asociación que promueve la defensa de los animales y también se encuentra actualmente en campaña para juntar, por lo menos, 50 mil firmas antes del 13 de junio, a fin de que la ILP llegue a la Asamblea de Madrid y se inicie el debate para abolir las corridas de toros en la comunidad madrileña, según informa esta asociación desde internet. La primera cita para conseguir firmas fue en la Plaza de la Villa, durante la mencionada manifestación del 28 de marzo.

Las organizaciones implicadas en el movimiento antitaurino también piden que se reconozca que el animal tiene un sistema nervioso igual que el de un ser humano, que lo hace sensible al dolor. En cambio, los protaurinos argumentan que el toro es bravo por naturaleza e incluso sostienen que tiene una resistencia particular al sufrimiento. En el debate en el Parlamento catalán, la escritora Natalia Molero aludió a “la capacidad del toro de liberar metaendorfinas en combate para anestesiar su dolor”.

Entre las 16 agrupaciones que hicieron el llamado a la marcha del 28 se encuentra el Partido Antitaurino Contra el Maltrato Animal (PACMA). Si bien es una organización política, su programa no abarca los temas convencionales, sino que se centra en la “liberación animal”, según explica en su página web. El PACMA “se compromete a defender los derechos de todos los animales dentro del marco de la legalidad vigente” y “trabaja desde el ámbito político para cambiar esta situación”, señalan. El año pasado, ese partido presentó por primera vez una lista a las elecciones del Parlamento europeo, y una de las metas de su programa fue poner fin a “las corridas de toros como máximo exponente de maltrato animal” en España.

El anuncio de Aguirre de que quiere declarar BIC la tauromaquia también es señalado como una estrategia para ubicar a Madrid como estandarte de una “identidad española” en oposición a Cataluña, informó el diario español El País. Además, el día previo a ese anuncio, la presidenta de la comunidad madrileña arengó a los dirigentes del Partido Popular de esa región para que entraran en campaña, aunque faltaban 14 meses para las elecciones. Aguirre, que no dudó en admitir que los toros ya son objeto de disputa política, tiene plazo hasta las elecciones para declarar BIC las corridas.

La tauromaquia es “un arte que merece estar protegido y que desde tiempo inmemorial pertenece a la cultura española y mediterránea”, alegó Aguirre en defensa de su iniciativa. “Goya, Picasso, García Lorca y, fuera de nuestro país, Hemingway y Orson Welles se han ocupado de los toros como arte”, destacó.

Por su parte, el vicepresidente González dijo que entre las posibilidades que contempla la Ley de Protección del Patrimonio Histórico Artístico figura la de declarar BIC “a los hechos culturales que tengan especial relevancia y significación en el ámbito cultural” y aseveró que “sin duda la Fiesta de los Toros la tiene”.

La respuesta más curiosa fue, quizá, la de Daniel Dorado, un abogado especializado en la protección de animales, quien presentó hace dos semanas la solicitud de que la siesta sea declarada BIC, en las oficinas de Registro de la comunidad de Madrid. Dorado adujo, según publicó El País citando al abogado, que, al igual que la tauromaquia, la siesta “ha estado desde tiempo inmemorial en la cultura española e internacional”, y que ha sido reivindicada, entre otros, por el novelista Camilo José Cela, ganador del Premio Nobel de Literatura, que la denominó “yoga ibérico” y afirmó que había que realizarla “con pijama, padrenuestro y orinal”, y también por figuras de la talla de Albert Einstein y Winston Churchill. “Por desgracia, la siesta se ve amenazada en la actualidad por un ritmo de vida frenético. Si desaparece, nuestro país se tambaleará y llegará al caos”, afirmó el abogado.

Pero la respuesta más explicita fue la marcha en sí misma, donde se escuchó corear “Esperanza dimisión”. Mireia Barbeito, presidenta del PACMA, opinó que la tauromaquia es “un mal de nulo interés cultural”, y que implica “un acto de tortura de un mamífero que siente como nosotros”, informó el periódico Público. Según aseguró, el PACMA, junto con otras asociaciones convocantes, pretende “demostrar que hay 70 por ciento de los españoles que se oponen a las corridas de toros, y a que 50 euros de sus impuestos vayan destinados a esta barbarie”.