Con la intención de llamar a un referendo mundial para que la población decida cómo enfrentar el fenómeno del cambio climático, entre otras medidas, terminó ayer en Bolivia la Primera Conferencia Mundial sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra. Los participantes decidieron exigir que los países más contaminantes reduzcan sus emisiones de gases 50% para 2020 y que todos los estados y empresas puedan ser juzgados por un Tribunal Internacional de Justicia Climática si incumplen acuerdos referidos al tema o si mantienen prácticas contaminantes.

Este tribunal funcionaría en el ámbito de la Unión de Naciones Originarias (UNO), propuesto por el presidente boliviano, Evo Morales, como respuesta crítica a la Organización de Naciones Unidas (ONU). “De este evento internacional tiene que nacer una nueva organización de los movimientos sociales”, dijo Morales en el acto de clausura. Agregó que la cumbre sobre cambio climático de la ONU en Copenhague,finalizó en diciembre sin un compromiso firme de los estados, “no se logró ningún acuerdo, mientras que en Bolivia hemos debatido tres días y aprobamos importantes iniciativas que serán dadas a conocer al mundo”.

La resolución final también propone la creación de un Fondo de Compensación para que paguen una deuda climática aquellos países que se industrializaron de forma “irracional”, provocando el “desequilibrio del planeta”.

En los tres días que duró la conferencia hubo 17 mesas de trabajo, en las que debatieron más de 35.000 personas representantes de 145 países y de organizaciones sociales e indígenas, informó la agencia estatal de noticias ABI.

El presidente venezolano, Hugo Chávez, presente en el acto de clausura, instó a los movimientos sociales e indígenas a viajar a fin de año a México para la cumbre de cambio climático de la ONU, una continuación de la instancia de Copenhague, e incluso propuso crear un fondo para pagar los viáticos y las estadías. Señaló que la intención es que la ONU escuche las propuestas y se termine el “chantaje y el doble rasero” de Estados Unidos, que logró, “a punto de presión, que 120 países se hayan asociado” al acuerdo de Copenhague, opinión que Morales compartió. Por su parte, Morales dijo:“Es más importante respetar los derechos de la Madre Tierra que los derechos humanos”, porque “si la acción depredadora de la irracional industrialización provoca la desaparición del planeta, no habrá seres humanos”.