Durante el fin de semana el presidente paraguayo, Fernando Lugo, visitó dos de los cinco departamentos en donde rige el estado de excepción, que limita derechos constitucionales y permite que el Ejército trabaje de forma conjunta con la Policía en tareas de seguridad interior. La medida fue dispuesta para combatir al Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), un grupo armado que opera en el norte del país.
Desde esa zona Lugo dijo que su gobierno no promoverá extender el estado de excepción, pero que se buscará “la figura legal para que los militares permanezcan de forma permanente”.
La medida se aplicó en los departamentos de Concepción, San Pedro, Amambay, Alto Paraguay y Presidente Hayes, cuya población se mostró conforme con la presencia militar porque en la zona disminuyeron los índices de la criminalidad, informaron los diarios paraguayos La Nación y ABC.
El comandante de la Policía Nacional, José Visitación Giménez, hizo hincapié en ese punto al declarar que prefiere que “se siga con el trabajo de cooperación de parte de las Fuerzas Armadas, porque eso es lo que estamos viendo [que recibe la aprobación de] la gente” de las zonas involucradas.
La movilización de 3.300 policías y militares durante los últimos 30 días terminó con la detención de 90 personas que ya tenían orden de captura y sin la captura de líderes del EPP, señaló La Nación.
El presidente Lugo dijo que en Amambay, el otro departamento que visitó, “hubo una reunión entre gobernador, intendentes y la gente de la Cámara de Comerciantes, y hay un consenso de continuar con la presencia militar”, informó el diario paraguayo Última Hora. Recordó que el código militar establece que las fuerzas militares pueden trabajar con otros estamentos del Estado, y que eso se analizará para verificar si se aplica a esta situación. El mandatario dará el martes desde Concepción un informe global sobre los resultados del estado de excepción y los detalles de la nueva política de seguridad.
Su ministro del Interior, Rafael Filizzola, que acompañó a Lugo al norte, dijo que “uno, dos o tres meses no son suficientes” para combatir al EPP y aseguró que “la clave es la continuidad”. Filizzola y el fiscal general, Rubén Candia, fueron convocados para hoy al Parlamento por el presidente del Senado, Miguel Carrizosa, para que participen en una reunión con los líderes de las bancadas partidarias. En los próximos días se realizará una serie de encuentros con distintas autoridades para tratar las políticas de seguridad.