Para el Mundial, Sudáfrica instauró un sistema llamado “justicia express”, que le costó más de cinco millones de dólares, con el que se aceleran los procesos judiciales, que pueden reducirse hasta un mínimo de dos días.

“Es una verdadera vergüenza que en épocas normales no se actúe con la misma celeridad que durante el Mundial”, opinó la opositora Diane Köhler-Barnard, y recordó que 26.112 casos judiciales siguen estancados en los laboratorios forenses de la policía.

“Esto es un sueño, siempre deberíamos estar equipados de esta forma”, dijo una jueza en Ciudad del Cabo, según un testimonio recogido por la agencia de noticias DPA. La nueva infraestructura incluye 56 tribunales especiales, 100 jueces, 260 fiscales y más de 200 traductores, además de 1.140 oficiales de Justicia y 327 asistentes, dictó más de 50 sentencias en 16 días. Se trata de un sistema que arresta, enjuicia, sentencia y encarcela en apenas dos días a quienes violen la ley, informó BBC.

Varios especialistas denuncian los errores que puede implicar a la hora de hacer justicia y condenar, por ejemplo, a un ladrón con antecedentes criminales, a 15 años de cárcel.

“Tenemos cada año 400.000 robos, ¿qué pasaría si en todos se aplicaran condenas tan duras?”, se preguntó la experta sudafricana en seguridad Barbara Holtmann, líder del grupo de académicos Crime Prevention Reasarch Group, consultada por la revista de Ciudad del Cabo Weekend Argus.

Otros especialistas señalan que los procesos rápidos, que favorecen las confesiones con una reducción de la pena, obvian circunstancias atenuantes y se caracterizan por altas condenas, pueden terminar en injusticia, indicó DPA.

En 2009 se registraron en Sudáfrica más de 18.000 asesinatos, por lo que la FIFA exigió a las autoridades que hicieran un mayor despliegue de seguridad durante el torneo para evitar incidentes. El país agregó la “justicia express”, que, según sotienen las autoridades, también tiene efecto disuasorio.

La tolerancia cero se tradujo en que en la primera semana del Mundial, 25 casos fueron tratados en ese régimen, diez de los cuales terminaron en condenas, según datos de la Procuraduría Nacional, informó el enviado del diario argentino Clarín.

“Este tipo de crímenes no serán tolerados. Los ojos del mundo están sobre nosotros”, sentenció el fiscal de la corte de Johannesburgo antes de pedir cinco años de prisión para un sudafricano de 22 años por robarle un celular a un argentino. “Si no fuera porque no tiene antecedentes penales, este tribunal no hubiese dudado en darle 10 o hasta 15 años de prisión”, subrayó el juez Hein Louw antes de encarcelar al joven.

Entre los casos más conocidos estuvo el de 36 holandesas, unas rubias esculturales que, con llamativos vestidos anaranjados, alentaban a su selección que enfrentaba a Dinamarca. Según la policía, las jóvenes estaban vestidas con el color naranja de la cervecera holandesa Bavaria, pese a que es el mismo que identifica a su selección. Las jóvenes insistieron en que no participaban en ninguna campaña publicitaria ilegal -la cervecería no era patrocinador del Mundial-, pero aun así fueron llevadas a la justicia; horas después todas fueron liberadas, pero dos de ellas recibieron la orden de presentarse nuevamente al tribunal. Luego de varios reclamos desde Holanda y de pedidos de explicaciones al embajador sudafricano en La Haya, los cargos fueron retirados. Según el portavoz de la Procuraduría, Mthunzi Mhaga, la FIFA alcanzó un acuerdo con Bavaria.