Colombia sigue conmocionada por el rescate del Ejército de tres militares y un policía rehenes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), de hace cuatro días. Por eso en el último debate antes de la segunda vuelta electoral del domingo, uno de los temas principales fue la política a seguir frente a las FARC.

Los candidatos, Antanas Mockus, del Partido Verde, y el casi seguro ganador del balotaje, Juan Manuel Santos, del gobernante Partido de la U, mostraron posturas básicamente iguales. En el debate televisado el martes por Caracol Televisión, los dos rechazaron la posibilidad del “canje humanitario”, una propuesta de las FARC de intercambiar secuestrados por guerrilleros presos, y coincidieron en que deben continuar los operativos militares para rescatar a los rehenes.

Hubo menos consenso en cuanto a la independencia de poderes del Estado, y Mockus acusó al presidente Álvaro Uribe de intervenir en los procesos judiciales al criticar públicamente las sentencias emitidas por la Justicia. Así lo hizo Uribe, por ejemplo, la semana pasada, cuando el coronel retirado Alfonso Plazas Vega fue condenado a 30 años de cárcel por la desaparición de 11 personas en 1985, durante el operativo para recuperar el control del Palacio de la Justicia, tomado por el movimiento guerrillero M-19. El presidente lamentó esa condena y pidió “a los órganos del Estado” pensar en una “legislación que rodee de garantías a las Fuerzas Armadas”.

Eso mismo reclamó Santos durante el debate, cuando djo que los delitos cometidos en el fuero militar deben ser juzgados por la Justicia Penal Militar, y abogó por una reforma en este sentido. “[A los militares] Les ha tocado ir a la guerra y al combate, hay que entender cuáles son los procedimientos”, defendió Santos.

Mockus opinó que ese argumento es “grave” porque hay un consenso internacional en que “el militar que se sobrepasa va a la justicia corriente, y si no funciona en el país, se va a la justicia internacional”.

Cabezas en juego

El comandante del Ejército Óscar González declaró ayer a la radio colombiana Caracol que los 40 guerrilleros de las FARC encargados de vigilar a los cuatro soldados y policías liberados el domingo por el Ejército colombiano en la Operación Camaleón fueron sentenciados a muerte por la guerrilla.

El líder de las FARC Jorge Briceño, conocido como El Mono Jojoy, dio la orden en este sentido ayer, aseguró González.

Los 40 vigilantes sobrevivieron a la operación del Ejército y se internaron en la selva, informó el general Freddy Padilla, comandante de las fuerzas militares.