Tras cuatro años de deliberaciones y siete votaciones, el Tribunal Constitucional (TC) español aprobó ayer la mayor parte del Estatut de autonomía de Cataluña, que tuvo que votarse por bloques.

El primer bloque aprobado, por seis votos contra cuatro, fue el Preámbulo, el más polémico del estatuto. Allí se establece que “el Parlamento de Cataluña, recogiendo el sentimiento y la voluntad de la ciudadanía de Cataluña, ha definido en forma ampliamente mayoritaria a Cataluña como nación”, lo que se contradice con la Constitución, que considera que la nación es España.

El TC subraya que esta expresión del texto catalán “carece de eficacia jurídica interpretativa” y la mantuvo en el texto, aunque con una referencia a la indisoluble unidad de España como nación, apelando a la Constitución, informó el diario español Público.

Todavía no se dio a conocer el texto final, que fue redactado por la presidenta del TC, María Emilia Casas, quien introdujo las modificaciones acordadas en una sesión previa ayer por la mañana.

El TC declaró inconstitucionales, por ocho votos contra dos, 14 artículos del estatuto, que fue aprobado por referendo en Cataluña en junio de 2006. El opositor Partido Popular había presentado recursos jurídicos contra 114 artículos del texto. Algunos de ellos sí fueron considerados constitucionales por el TC y otros serán sometidos a interpretación.

En algunos de los artículos que no fueron aceptados como constitucionales se encuentran los que se referían al desarrollo de un poder judicial autónomo catalán, y el que señalaba que “la lengua propia de Cataluña es el catalán, y como tal, es la lengua de uso normal y preferente”, sobre el español, indicó la agencia de noticias española EFE.

Aun con las modificaciones, fuentes jurídicas cercanas al TC indicaron al diario español El País que “el Estatut ha quedado incólume”. El diputado del PP y portavoz adjunto de la Comisión Constitucional en el Congreso, José Antonio Bermúdez de Castro, celebró que “por fin” el TC haya aprobado la sentencia y aseguró que “alguna razón” tenía su partido al objetar algunos artículos, indicó Europa Press.

Convergència i Unió (CiU), una federación de partidos nacionalistas catalanes, anunció a través de un comunicado una reunión urgente de su secretariado permanente “ante la gravísima situación generada por la sentencia”. La CiU ya había advertido que sólo aceptaría una sentencia que dejara intacto el estatuto, que fue aprobado en el Parlamento catalán, pero también en el de España, antes de su puesta en marcha.

“Acatar no quiere decir compartir”, subrayó el presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla. Con un tono de voz sereno dijo: “La indignación que sentimos no nos impide afirmar con rotundidad que el Estatuto sigue en vigor y es constitucional”. Aseguró además que “la sentencia no da la razón al PP”, indicó El País. Además, Montilla subrayó que el TC cometió “una gran irresponsabilidad”, y escribió “una de las más tristes páginas de la historia política” española. Acerca de la sentencia agregó: “No podrá eliminar nuestra aspiración de autogobierno”. Consideró además que “ninguno de los aspectos más fundamentales [del estatuto] fue anulado”.

Montilla también aseguró que luego de analizar la sentencia, el Parlamento tomará “acciones” y llamó a participar en forma masiva en una manifestación convocada por los partidos catalanes.