Se desconoce el paradero del 96% de los fondos destinados a proyectos de reconstrucción de Irak, administrados por el Departamento de Defensa estadounidense entre 2004 y 2007, indica un informe del inspector general especial para la reconstrucción iraquí, un organismo auditor estadounidense.
El dinero extraviado no es parte de los 53.000 millones de dólares habilitados por el Congreso de Estados Unidos, sino que provenía de un fondo especial que se alimenta en gran parte de la venta de petróleo y gas iraquí y de los bienes congelados del ex líder iraquí Sadam Husein, informó la BBC.
El documento, publicado ayer, atribuye la imposibilidad de justificar el destino de ese dinero a la falta de rigor en la contabilidad del Departamento de Defensa. No es la primera vez que grandes cantidades de dinero se pierden de vista, apuntó el corresponsal de la BBC.
La respuesta adjunta al informe indica que según las autoridades militares, es probable que los fondos no estén perdidos sino que los registros de los gastos pueden estar mal archivados. El problema planteado es que rastrearlos significaría “significativos esfuerzos de recuperación de archivos”, agrega el documento.
Ayer el gobierno iraquí aún no había emitido ninguna reacción sobre el tema.
La agencia de noticias AP señaló que esta información llega en un momento “crítico” para Irak. Si bien se registraron mejoras en la seguridad desde 2008, las muertes por atentados siguen marcando la actualidad. El lunes, fallecieron 26 personas en diversos puntos del país como resultado de tres atentados con coches bomba.
A las frágiles condiciones de seguridad se añade la inestabilidad política, cuando las distintas coaliciones políticas no logran alcanzar un acuerdo para poder funcionar cuatro meses después de las elecciones, y el Parlamento no pudo volver a sesionar. Sólo llegó a hacerlo el 14 de junio, pero la sesión debía reanudarse el 13 de julio y volvió a ser aplazada ayer sin fecha.
El político kurdo Fuad Masum, que ejerce la presidencia del Parlamento siguiendo un criterio de edad, explicó que se pospuso la sesión para “dar una oportunidad a las coaliciones para que lleguen a un acuerdo en cuanto a la formación del [futuro] gobierno”, reportó EFE.
Las distintas fuerzas políticas del país no logran el consenso para nombrar al primer ministro, al presidente del Parlamento y al presidente del país. Esto se debe a los resultados ajustados de las elecciones del 7 de marzo ganadas por la coalición de oposición “Al Iraqiya”, con 91 de los 325 escaños del Parlamento. La agrupación que quedó en segundo lugar cuenta con 89 asientos en la cámara, y es la que lidera el actual primer ministro, Nuri Al Maliki.
Las autoridades, tanto iraquíes como estadounidenses, advierten sobre la posible incidencia del vacío político en el aumento de la violencia.