Manifestantes a favor y en contra del proyecto de ley de matrimonio homosexual salieron a las calles ayer en distintas ciudades argentinas. Unas marchas fueron impulsadas por el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), y las otras por la Iglesia Católica.

Los defensores del casamiento homosexual estaban convocados a una jornada de “Ruido por la Igualdad”, desplegada en la noche en distintas ciudades. Quienes se oponen a que dos personas del mismo sexo se casen, y en primera fila los liceos católicos privados, habían llamado a protestar ante el Congreso y empapelaron Buenos Aires con carteles que decían: “Queremos mamá y papá”.

Los “antimatrimonio” estaban convocados por el Departamento de Laicos de la Conferencia Episcopal Argentina, la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas, la Federación Confraternidad Evangélica Pentecostal, familias e incluso representantes de comunidades judías y musulmanas. La marcha ante el Congreso también marcó el comienzo de una campaña por el “voto responsable”, que llama a apoyar a los políticos que “promuevan el matrimonio, la familia y la vida humana, así como la inclusión social y la educación para todos”, indicó la agencia de noticias estatal Télam.

El debate se metió en el seno de la Iglesia, oficialmente opuesta al matrimonio gay. El obispo de Córdoba sancionó a un sacerdote, Nicolás Alessio, que tomó posición a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo. Alessio declaró que daría misa a pesar de la prohibición que recibió de “ejercer el ministerio públicamente”, lo que también incluye casar parejas, informó Télam. “Tengo compromisos asumidos con mi comunidad. Creo más en el Evangelio que en estos códigos canónicos, por lo tanto este fin de semana voy a celebrar misa, salvo que me metan preso”, declaró.

Hoy el Senado tiene previsto pronunciarse sobre el matrimonio gay, que ya tiene media sanción en Diputados. La sesión está prevista para el mediodía y en ella deberán tratar dos iniciativas, si es que la cámara reúne el quórum para votarlas en cada uno de los casos. Para la primera, el proyecto de ley de matrimonio, no se podía prever anoche si se contaría con la cantidad necesaria de senadores. Para la segunda, un proyecto de unión civil que no permite a las parejas adoptar hijos, el oficialismo que impugnó esta iniciativa, anunció que no ingresará a sala, con lo que dejaría sin quórum al Senado.

El proyecto de ley de matrimonio prevé una reforma del Código Civil mediante la cual la fórmula “marido y mujer” se reemplazaría por “contrayentes” y se establecen los mismos derechos de las parejas heterosexuales de adopción, herencia y beneficios sociales. A pesar de haber logrado la media sanción en la Cámara de Diputados en mayo, no obtuvo el apoyo mayoritario de la comisión que lo debatió en el Senado. De no ser adoptado hoy, el proyecto no podrá volver a debatirse en este período parlamentario.

Si recibe la aprobación del Senado, Argentina será el primer país de América Latina en autorizar por ley el casamiento entre personas del mismo sexo.