Bajo el título “Chile, una mesa para todos en el bicentenario”, la Iglesia Católica chilena presentó ayer a Sebastián Piñera su anunciada propuesta de indulto presidencial para presos ancianos y con buena conducta. El proyecto generó expectativa y recelo porque con esas premisas el perdón alcanzaría a responsables de torturas, asesinatos, desapariciones forzadas y otros delitos cometidos durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). Ayer se confirmó que los condenados por violaciones a los derechos humanos están comprendidos expresamente en la propuesta.

El texto presentado a Piñera dice que “no sería realmente completa la ‘mesa para todos’ si no considerásemos en esta petición a quienes cumplen penas por delitos contra los derechos humanos cometidos durante el Régimen Militar”, citaron los diarios chilenos La Nación y La Tercera. “No cabe ni un indulto generalizado ni un rechazo general del indulto para todo ex uniformado condenado”, sino que “la reflexión debe distinguir, por ejemplo, el grado de responsabilidad que le cupo a cada uno, el grado de libertad con que actuó, los gestos de humanidad que tuvo y el arrepentimiento que ha manifestado por sus delitos”, agrega.

Ante las reacciones de rechazo a esta propuesta de parte de sectores políticos y organizaciones sociales, la vocera presidencial Ena von Baer llamó a “esperar con calma la reflexión y la decisión del presidente y a no adelantar juicios respecto a ella”. Dijo que Piñera “va a reflexionar respecto a este documento y va a tomar una decisión en base a los compromisos del gobierno con la verdad y la justicia, la unidad nacional y la seguridad ciudadana y las consideraciones humanitarias”. Además, calificó la reunión entre el presidente, el arzobispo de Santiago, Francisco Javier Errázuriz, y el presidente de la Conferencia Episcopal, Alejandro Goic, como “muy profunda, muy sincera y también muy fecunda”. Antes, Goic manifestó que la Iglesia optó por hacer la propuesta “en la antesala del Bicentenario de la Patria, en el marco de una tradición religiosa [...] de invocar gestos de clemencia con ocasión de grandes conmemoraciones” y añadió que un indulto “no anula ni contradice el imperio de la ley y la justicia, sino que lo supone y lo exige”.

Fuentes del Ejecutivo dijeron a La Nación que no se indultará a responsables de crímenes de lesa humanidad. Pero esa información no fue oficializada todavía por el gobierno chileno. De acuerdo al periódico, Piñera comenzó a trabajar en el abordaje de este tema desde antes de recibir la propuesta, y lo hizo en encuentros como los que mantuvo el martes con sus ministros de Justicia y de Interior, pero también con las tres hijas de Carlos Prats, ex comandante en jefe del Ejército que fue asesinado junto a su esposa por agentes de la dictadura, un caso que la Justicia recién cerró este mes. Tras la reunión, en la que las mujeres manifestaron a Piñera su rechazo a un perdón presidencial a ex represores, Cecilia Prats manifestó a la prensa: “Indudablemente el país no soportaría, tal vez, un indulto a esas personas”.