El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, defendió ante una comisión investigadora nacional la actuación del Ejército durante el abordaje del barco turco Mavi Marmara -de la Flotilla de la Libertad-, en el que murieron nueve activistas turcos el 31 de mayo. Aseguró que los participantes en el operativo actuaron “conforme al derecho internacional”. Insinuó además que Turquía fue responsable de lo sucedido porque fue advertida “al más alto nivel” pero no evitó que el barco “violara el bloqueo naval”. “Parece que [Turquía] no vio en la posibilidad de un enfrentamiento -entre los activistas turcos e Israel- algo que chocara con sus intereses”, dijo Netanyahu, informó la agencia de noticias Reuters.
El jefe de Estado destacó que los hechos ocurrieron cuando él estaba fuera del país y había quedado como responsable del gobierno el ministro de Defensa Ehud Barak, que prestará testimonio hoy. Consultado acerca de quién decidió el tipo de operación militar, el primer ministro dijo que su función fue “definir la política a seguir”, mientras que el Ejército y el Ministerio de Defensa fueron los que decidieron “cómo ejecutarla”.
Agregó que en una reunión previa a su viaje se trató el tema pero en sus aspectos “diplomáticos” y “mediáticos”, sin “un análisis profundo”, informó la agencia de noticias EFE. Pero pocas horas después la oficina del primer ministro emitió un comunicado en el que dijo que en esa reunión sí se analizó el tema en profundidad y que “la responsabilidad general recae en él [el primer ministro]” sin importar dónde esté.
Esta nueva versión obedeció a una firme crítica de la oposición a Netanyahu. “En el momento de la verdad reparte la culpa entre otros, baja la cabeza para decir ‘no sabía’, ‘no escuché’, tratando de desviar la responsabilidad”, cuestionó el diputado Magali Wahabe. Otro legislador, Eitan Cabel, de la coalición gobernante, pero afín a Barak, dijo que “la cultura de cubrirse el trasero ha subido de peldaño para llegar a los niveles más altos”.
Mientras tanto, el comité investigador de la Organización de Naciones Unidas (ONU) comenzará a funcionar hoy y sus integrantes viajaban ayer hacia Nueva York, entre ellos, el ex presidente colombiano Álvaro Uribe, cuya designación tuvo que ser justificada por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. Organizaciones civiles colombianas enviaron una carta a la ONU la semana pasada recordando acciones polémicas del gobierno de Uribe que le restarían credibilidad a los resultados del comité, pero Ban aseguró tener “plena confianza en que su aporte será positivo para este panel”.
En paralelo, Libia liberó ayer a Rafael Hadad, un israelí sospechoso de espionaje, como resultado de un acuerdo secreto, indicó un funcionario israelí a Reuters. De acuerdo a la agencia, Israel permitió, hace un mes, que un cargamento de ayuda que llevaba un barco libio accediera a la franja de Gaza por tierra, a cambio de que Hadad fuera liberado.