Marchar, saludar y tirarse cuerpo a tierra era lo que aprendían 45 niños de entre nueve y 14 años en la provincia argentina de Chubut, conducidos por el capellán del cuerpo policial, Adrián Mari. El sacerdote católico sostuvo que contaba con el aval de la Unidad Regional de la policía provincial, lo que fue desmentido por el gobierno de Chubut, cuyo ministro de gobierno, Héctor Miguel Castro, aseguró al diario Página 12 que Mari “no contaba con ningún aval de ningún organismo oficial para realizar este adoctrinamiento policial a menores de edad”. El gobierno despidió al capellán y dio inicio a una investigación del caso.

Ayer, unas 70 personas marcharon en apoyo al capellán, entre ellos los padres de algunos de los chicos, quienes sabían que sus hijos estaban siendo entrenados como una “policía infantil” e incluso organizaron rifas para que los niños compraran ropa similar a los uniformes policiales. La iniciativa también contó con una página en Facebook, en la que hay fotos y videos de los entrenamientos de los niños. Más de 900 personas se sumaron al grupo, como el policía Diego Fernández, quien felicitó al padre Mari por “este proyecto tan sano para nuestros chicos en estos tiempos tan difíciles”.

Mari declaró al canal argentino Todo Noticias que los entrenamientos eran un “juego” cuyo objetivo era que los niños “sacaran al policía que hay en su interior” y aprendieran a “acompañar, aprender, respetar y seguir con orgullo y esmero a cada policía del brazo de la Iglesia Católica”.