Un abogado que nació hace 32 años en el centro de detención y tortura que durante la dictadura argentina funcionó en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA) es el nieto 102 recuperado por las Abuelas de Plaza de Mayo, anunció ayer la titular de esta organización, Estela de Carlotto. El nombre actual del nieto 102 no se difundió porque él todavía “está procesando la noticia de la desaparición de sus padres”, dijo Carlotto. Es hijo de María Graciela Tauro y Jorge Daniel Rochistein, jóvenes militantes de la organización Montoneros desaparecidos en mayo de 1977.
La identidad del nieto 102 se pudo establecer cuando él accedió a la propuesta del juez Rodolfo Canicoba Corral de entregar su ropa para una prueba de ADN, informó la agencia estatal argentina Télam. “En las cuatro prendas entregadas, la identificación fue positiva”, declaró el abogado de Abuelas, Alan Iud. Antes, el juez había dispuesto la incautación de pruebas genéticas en un allanamiento, pero no sirvieron para identificarlo, recordó el diario Página 12. Esto llevó a Carlotto a recordar el caso de Marcela y Felipe Noble Herrera, los hijos adoptivos de la dueña de Clarín, Ernestina Herrera de Noble. También para ellos un juez dispuso realizar pruebas a su ropa para determinar si son hijos de desaparecidos, pero las prendas incautadas resultaron contaminadas con el ADN de otras personas y no fue posible establecer su perfil genético.
La presidenta de Abuelas denunció además que quien se había apropiado del hijo de Rochistein y Tauro “está prófugo” y que se trata de un militar retirado en cuyas manos “el nieto 102 salió de la ESMA”.