Hace dos semanas el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) alertó acerca del riesgo que corrían en Haití, debido a la cercanía de la temporada de huracanes, 1,3 millones de personas desplazadas por el terremoto del 12 de enero de este año y sus réplicas, quienes aún permanecen en instalaciones precarias, donde hay una numerosa población infantil. La agencia de la ONU destacó también el preocupante incremento de la violencia de género, los embarazos adolescentes y la explotación sexual de la infancia en los campamentos que alojan a los desplazados, y la existencia, muchos meses después del terremoto, de más de 3.500 casos de menores de edad separados de sus familias, de los cuales sólo 746 habían sido reunidos con ellas. Las autoridades haitianas alertaron en las últimas horas sobre la posibilidad de inundaciones en los campamentos debido a importantes lluvias revistas.