“Ahora el reto es del gobierno de [José Luis Rodríguez] Zapatero que tiene que escuchar, rectificar y dejar de poner en peligro el sistema público de pensiones y dar marcha atrás a una reforma laboral que es lesiva para los derechos de millones de trabajadores de este país”, afirmó el secretario general de Esquerra Republicana de Cataluña, Joan Ridao, antes de participar en una manifestación en Barcelona, en el marco del paro general. Remarcó, como lo hicieron los sindicatos, que la movilización fue un éxito.

Celestino Corbacho transmitió su “respeto a la convocatoria” y señaló que se realizó “en un clima sin incidencias”, aunque hubo algunas en Barcelona. Pero calificó la jornada de movilización como “desigual y moderada”, sin dar cifras totales de participación, indicó el diario español El País.

Las centrales sindicales Comisiones Obreras y la Unión General de Trabajadores (UGT) destacaron que 70% de los trabajadores se plegaron a las medidas. “En 1.000 empresas de más de 250 trabajadores, confirman que [acataron el paro] más de 70% de los trabajadores y trabajadoras de nuestro país, es decir, un total de 10 millones” de huelguistas, estima el portal de la UGT.

Este paro general responde a una serie de desacuerdos con el gobierno que busca una respuesta a la crisis económica que azota al país desde 2008 a los sindicatos y la sociedad civil, que no aprueban las orientaciones y hablan de “brutales ajustes económicos”. Según el diario español Público, el comienzo del fin de la luna de miel entre los representantes de los trabajadores y el gobierno de Zapatero, puede ubicarse en el día en que se aprobó un recorte presupuestario de 50.000 millones de euros (68.000 millones de dólares), en respuesta a la cifra alarmante del déficit público que alcanzó el 11,4% del producto interno del país, hace ocho meses. Luego siguió toda una serie de reformas resistidas por los sindicatos.

El paro general de ayer fue fijado el 15 de junio. “Así, no”, fue el lema y el título del manifiesto que apelaba a la jornada de protesta en que aparecen cinco motivos para estas medidas: la reforma laboral, los cambios en el modelo de pensiones, la política fiscal, el ajuste presupuestario y la modificación de la negociación colectiva.

En el fondo del conflicto está lo que muchos vieron como una debilidad de Zapatero, que no supo imponerse ante la Unión Europea y aceptó seguir las políticas de austeridad económica exigidas por Bruselas. La capital europea también fue escenario ayer de manifestaciones por los mismos motivos, en rechazo a los ajustes económicos dispuestos en distintos países y para decirle “no a la austeridad”. Según la agencia de noticias AFP, en Bruselas los manifestantes fueron belgas y franceses, pero también alemanes, polacos y eslovenos. Además se realizaron marchas en La Haya, Polonia, Serbia, Letonia, Grecia y Chipre.