-¿Para qué Askapena o la izquierda independentista vasca tiene un responsable de las relaciones internacionales para América Latina?

-Para decir ciertas verdades e informar sobre ciertos hechos que son tergiversados completamente desde España; gran parte de los medios de comunicación están en manos de capitales españoles, tanto allá como en América Latina. Repiten el discurso oficial de que “no hay nada para hacer, negociar o dialogar” con la izquierda independentista vasca hasta que se declare la derrota de la organización armada [así se refiere Wendelin a ETA]. Pero el punto de vista oficial es que todas las organizaciones que tengan el mismo objetivo final que la organización armada, socialismo e independencia para el pueblo vasco, pertenecen a su entorno y colaboran con ella, aunque no compartan la metodología. Por eso los movimientos políticos de la izquierda abertzale, las organizaciones sociales, los periódicos, las radios, son cerrados, eliminados, ilegalizados, pisados y sus directivas encerradas en la cárcel por pertenencia a, o colaboración con, la organización armada.

-¿Cuál es la relación de la izquierda abertzale (nacionalista vasca) con ETA?

-Dentro de la izquierda abertzale están quienes comparten el objetivo final: socialismo e independencia para el pueblo vasco. Partidos políticos, organizaciones sociales, varios colectivos y la organización armada. El movimiento de la izquierda abertzale es horizontal y cada organización tiene sus objetivos más cercanos y sus metodologías, por ejemplo, el objetivo cercano de los ecologistas vascos es que no se haga el tren bala y toman medidas en ese sentido. La única organización que tiene una metodología violenta es la organización armada.

-La izquierda abertzale se ha negado a condenar esa metodología violenta, ¿por qué?

-Dentro del movimiento no hay consenso, hay quienes están de acuerdo con los métodos violentos y quienes no; además, no se le puede exigir o pedir a nadie que condene a sus hijos, a su padre o a su madre, que en un momento dado se unieron a la organización armada. Aparte de eso, para condenar hay que ser juez o Dios, y habría que condenar otras cosas mucho más graves que hace el Estado, que además sostiene que aunque condenáramos no sería suficiente. El problema de fondo no es la violencia, es más, hoy en día la violencia para el Estado es la solución, porque son mucho más débiles en el campo político. No quieren solucionar el conflicto violento. Por último, condenar o no no deja de ser una opinión, y se supone que en democracia las opiniones no pueden ser criminalizadas, aunque en el Estado español sea así.

-¿Por qué asegura que el Estado no quiere solucionar el conflicto?

-En las últimas negociaciones no nos levantamos nosotros, lo hizo el gobierno, en mayo de 2007, por falta de voluntad, después de que aceptamos la propuesta formulada por los mediadores internacionales. Pensaron que la propuesta era lo suficientemente extrema como para que no la aceptáramos, pero lo hicimos y el Estado se levantó con el Partido Nacionalista Vasco, que es el partido de la oligarquía vasca. Después nosotros iniciamos un debate interno, a principios de 2009, que incluyó partidos, todo tipo de movimientos y organizaciones sociales, el colectivo de presos políticos, la organización armada, para ir a un marco democrático y el Estado intentó frenarlo reiteradamente.

-¿Cómo se quiso frenar el debate?

-Cuando empezó a haber rumores de las conclusiones del debate, en octubre del año pasado, el Ejecutivo hizo detener a los coordinadores del debate, con ello no consiguieron paralizarlo sino dejar más trabajo para los que lo continuamos. Luego aumentaron la represión contra el pueblo vasco y contra los familiares de los presos, para ver si así podían dividir el consenso que estábamos logrando. El Estado puso por norma algo que es de aplicación excepcional, la revisión exhaustiva. Cuando alguien iba a la cárcel a ver a su hijo, a su madre, a su padre, debía desvestirse completamente y aceptar, por ejemplo, palpaciones anales para ver si habían escondido en alguna parte de su cuerpo algún papel, alguna cosa. Como tampoco pudieron frenar el debate, soltaron a más de veinte presos políticos vascos que habían abandonado el movimiento, que el Estado paseó por los medios para demostrar algún tipo de división o escisión, cuando dentro del movimiento hay más de 700 dirigentes, así que en número no significaron nada. Llegaron a detener a los abogados de los presos políticos vascos para intentar frenar el debate y no pudieron hacerlo.

-¿Por qué el gobierno no quería que se concluyera el debate?

-Porque teme el avance político que hemos ido construyendo. En los últimos 50 años se puso en la conciencia de la sociedad vasca que es necesario disponer del derecho a la autodeterminación y a la territorialidad y que la solución del conflicto está en nuestras manos. La clase política española tiene terror a un enfrentamiento político y democrático porque es allí donde está debilitada. Podría haber un plebiscito de autodeterminación, con la posibilidad de que la mayoría elija un Estado independiente, una ruptura con España. Es a eso a lo que le tiene miedo. No tiene terror de la violencia, le importa un carajo. No puede aceptar que democráticamente nosotros podemos avanzar o incluso ganarle, por eso usa herramientas que no son democráticas, como la ilegalización de partidos políticos de todo sector, la ruptura del principio básico de la democracia, la división de poderes.

-¿A qué se refiere con la falta de división de poderes?

-El Poder Judicial es un instrumento del Ejecutivo, con fines políticos tanto de razón de Estado como partidarios. Lo mismo el Legislativo, porque para poder llegar a esta situación han tenido que aprobar leyes ad hoc que no sólo estan dirigidas específicamente a evitar el avance político del pueblo vasco, sino que también son retroactivas. Como la Ley de Partidos, que en los hechos permite que hoy se ilegalice una lista electoral porque tiene entre sus miembros a alguien que fue parte de, por ejemplo, Batasuna (partido que fue ilegalizado por considerarse brazo político de ETA), incluso si ese alguien se distanció de Batasuna antes de que fuera ilegalizada.

-Las conclusiones del debate de la izquierda abertzale fueron presentadas en febrero y abril de este año y plantean la necesidad de un marco democrático mínimo para resolver el conflicto, ¿qué abarca ese planteo?

-Todo el aparato estatal, mediático, político y jurídico planteó un ataque al documento diciendo que era más de lo mismo, pero en ese documento todas las organizaciones que participamos en el debate nos comprometimos a aglutinar fuerzas políticas, sociales, sindicales, en búsqueda de la resolución del conflicto, para plantarnos como interlocutor político del gobierno español. Unilateralmente, sin acuerdo previo por debajo de la mesa, tomamos la decisión de avanzar en un proceso democrático, para lograr un marco democrático mínimo, por lo tanto, en ausencia de toda violencia de nuestra parte. La violencia y la represión por parte del Estado no la podemos manejar.

-¿Estuvo incluida ETA en ese acuerdo?

-La organización armada participó en la decisión conjunta, por eso desde agosto de 2009 no hubo ni una sola acción armada, y no la va a haber. Declaró públicamente tres o cuatro veces que se llevó a cabo ese debate en la izquierda abertzale, que ésas son las conclusiones, y que por su parte va a apoyar en todo lo que pueda para que el proceso democrático avance.

-¿Eso significa que la tregua está dada?

-No queremos hablar de tregua porque es cuestión de la organización armada declararla. No lo han hecho hasta ahora porque no ha habido necesidad, cuando sea necesaria se dará.

[ETA declaró una tregua el domingo, tres días después de esta entrevista]