En un documento, titulado “Nuevo orden, idénticos abusos: detenciones ilegales y tortura en Irak”, Amnistía Internacional denunció que los miles de presos sin juicio que el Ejército estadounidense entregó a las autoridades iraquíes, en el traspaso de poderes en materia de seguridad que se hizo en julio, enfrentan peligros y abusos. Estados Unidos entregó unos 10.000 prisioneros sin asegurarse de que se respeten sus derechos, denunció.
“Las fuerzas de seguridad iraquíes han sido responsables de violaciones sistemáticas de los derechos de los detenidos, unas violaciones que se les ha permitido cometer impunemente”, dijo el director del Programa para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional, Malcolm Smart. La organización estima que hay 30.000 detenidos sin cargos ni juicio.