Cuatro de los cinco legisladores que viajaron a Irán en el marco de una visita parlamentaria que los llevará también a Líbano, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin se entrevistaron ayer con el presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad. No participó en el encuentro el blanco Pablo Abdala, quien se negó a ingresar a la reunión.

Durante los 20 minutos que duró el encuentro, en el que sí participaron los diputados Ruben Martínez Huelmo y Daisy Tourné (Frente Amplio) y Daniel Bianchi (Partido Colorado), la única interlocutora del mandatario iraní fue la presidenta de la cámara baja, Ivonne Passada; ella y Tourné deberán usar velo para tapar su cabello mientras dure su estadía en el país.

El presidente reafirmó la voluntad de su país de “reforzar los lazos con América Latina” y, en particular, con Uruguay, al que considera “un país amigo desde hace muchos años”. Según un comunicado enviado desde la secretaría de Passada, Ahmadinejad destacó que “no existe ningún obstáculo en aumentar los vínculos con Uruguay”, y en relación con la presencia de legisladores de la oposición en la delegación, dijo que Irán “quiere a todos por igual: al presidente Mujica, a la oposición y al pueblo. Éxito al pueblo”.

Antes de reunirse con Ahmadinejad, los legisladores tuvieron un encuentro con el ministro de Agricultura de Irán, Sadeq Khalilian. “Los dos países tienen necesidades y potenciales, y pueden complementarse”, dijo el ministro iraní, que informó que si bien Irán importa arroz y carne uruguayos, tiene intención de extender el comercio a áreas como pesca, cereales y frutas, y que es posible que en febrero se concreten acuerdos por la venta de ganado y cítricos.

Passada y el presidente de la Asamblea Consultiva Islámica de Irán, Ali Larijani, firmaron ayer un memorándum de entendimiento entre los parlamentos, lo que fue saludado por las autoridades iraníes.

El momento

El legislador Jaime Trobo (Partido Nacional) había declarado antes de que partiera la delegación la necesidad de manifestar en Irán el rechazo unánime del Parlamento a la negación del holocausto judío reiterada por Ahmadinejad, así como las violaciones a los derechos humanos en ese país.

Desde otros ámbitos han surgido planteos similares. El director de cine Pablo Stoll difundió una nota en la que retoma una carta enviada en diciembre por la Asociación de Productores de Cine de Uruguay a Ahmadinejad, en la que manifestaba su solidaridad con los cineastas iraníes Jafar Panahi y Muhammad Rasoulof, que fueron condenados por la Justicia iraní a seis años de prisión y se les prohibió hacer películas por 20 años. “Esto es claramente un acto de censura, particularmente en el caso de Panahi, un cineasta comprometido políticamente cuyo único delito fue apoyar a Mirhossein Moussavi, candidato opositor en las elecciones del año pasado”, señalaba la misiva enviada.

“Es poco probable que tal carta llegue alguna vez a ser leída por autoridad iraní alguna”, señala Stoll. A no ser, agrega, que los integrantes de la delegación la “hayan llevado consigo”. “Supongo, que aun cuando no la hayan llevado, estarán enterados de la situación de Panahi y Rasoulof y así se lo harán saber a sus pares iraníes. Les dirán, supongo, que las relaciones políticas y económicas no pueden estrecharse con un país cuyo gobierno impone tales castigos a sus artistas por el simple hecho de pensar distinto y expresarlo. [...] De no ser así sería una lástima por la oportunidad perdida, pero además sería una vergüenza para la cultura democrática uruguaya”, asegura Stoll.