Para Nelson Jobim, el ministro de Defensa brasileño, juzgar las violaciones de los derechos humanos durante las dictaduras “no es un acierto”. Argumentó: “Gastás una energía inmensa para vengar el pasado. Eso no ayuda en nada”.
En entrevista con el diario Folha de São Paulo, el ministro, que ocupa el cargo desde 2007, dijo que hay “eventuales bolsones de resistencia sobre la memoria” en las instituciones militares. Señaló que la Comisión de la Verdad “hará las investigaciones necesarias para consolidar y sistematizar la información que hoy está esparcida [...] Pero no tendrá nada que ver con la Ley de Amnistía”.
Esta ley, que fue ratificada en 2010 por el Supremo Tribunal Federal, comprende “tanto los actos de las fuerzas de represión como los practicados por los otros”, indicó Jobim. Al consultarle en la entrevista si no es hora de investigar los crímenes de la dictadura, señaló que el impedimento es esta legislación. Cuando en 2010 se propuso una revisión de la ley desde el Ministerio de Justicia, Jobim y los jefes de las Fuerzas Armadas lo rechazaron en forma terminante.
“Tenemos que considerar [la dictadura] como un hecho histórico que tenemos que asumir, pero una cosa es la recuperación de la memoria para enseñar al futuro. Otra es la recuperación de la memoria para vengar el pasado. Ninguna glorificación, ninguna represalia”, declaró al ser consultado sobre qué había querido decir el ministro del Gabinete de Seguridad Institucional, José Elito Carvalho Siqueira, cuando afirmó: “No tenemos que avergonzarnos ni vanagloriarnos” de los desaparecidos durante la dictadura.
En cuanto a Carvalho, quien fue cuestionado por esas expresiones por la presidenta Dilma Rousseff, Folha informó que él integró el comando que combatió contra la guerrilla de Araguaia entre 1972 y 1975. Carvalho se graduó días después del golpe de 1964 en la misma brigada de paracaidistas que participó en ese combate y poco después ingresó a las Fuerzas Especiales, una tropa de elite que combatió a la guerrilla. Varias fuentes militares consultadas por el diario confirmaron su presencia en esos combates, pese a que él, en un comunicado enviado a Folha, negó haber participado el esas acciones.