El Partido Colorado, que gobernó Paraguay por seis décadas y en 2008 pasó a la oposición, comenzó a planear su regreso al poder. El sábado la convención colorada modificó los estatutos del partido para abrir el camino a la candidatura a la presidencia del empresario Horacio Cartes, que se sumó a sus filas hace poco más de un año, en setiembre de 2009, y a quien muchos colorados ven como la salvación.

Hasta el sábado, los estatutos del partido exigían al candidato a la presidencia una antigüedad mínima de diez años de militancia. Pero en la convención los partidarios de Cartes reunieron con comodidad la mayoría de dos tercios necesaria para cambiar esa regla y establecer que con un año de afiliación al partido es suficiente. Así lo dispusieron 569 convencionales con el voto en contra de 218.

Todos en Paraguay saben que la modificación se hizo a la medida de Cartes. Por si quedaban dudas, al conocer el resultado de la votación los convencionales que apoyaban al empresario lo festejaron al grito de “Se siente, se siente, Horacio presidente”.

“Cómo no estar contento”, dijo más tarde Cartes, que estaba invitado a la convención y que llegó justo cuando el recuento de votos daba por seguro el cambio del estatuto. El empresario subió al estrado y abrazó a todos. Antes, al inicio de la convención, volaron sillas y botellas entre los militantes colorados. La pelea enfrentó a quienes querían elegir como presidente de esa sesión extraordinaria al senador Juan Carlos Galaverna, promotor del liderazgo de Cartes, y quienes argumentaban que no podía presidir la convención porque eso está prohibido para quienes integran el directorio colorado, informó el diario paraguayo Última Hora. También en esa discusión se impuso la mayoría que respaldaba a Cartes y a Galaverna, quien terminó por presidir la sesión.

El senador intentó elogiar a Cartes al decir que “hizo su fortuna en el sector privado”, sin valerse del Estado para ello, informó la agencia de noticias EFE. Esas palabras aludían al rival de Cartes en la interna colorada, el ex vicepresidente Luis Castiglioni (2003-2008), que no estaba en la convención.

Castiglioni y el presidente de ese período, Nicanor Duarte, son dos de los dirigentes que más pagaron los costos políticos por la derrota que sufrió el partido cuando en 2008, al finalizar sus mandatos, ganó las elecciones la Alianza Patriótica para el Cambio, del actual presidente, Fernando Lugo, y terminó con 61 años de gobierno colorado. Aunque Duarte y Castiglioni son rivales dentro del partido, el surgimiento de Cartes los acercó.

Respecto del nuevo dirigente, Duarte dijo semanas atrás a radio 1º de Marzo: “Horacio Cartes es un jefe, no un líder […] al jefe se le teme, se lo aplaude por delante y por atrás lo apuñalan. Al líder se lo aprecia”. Por su parte, Castiglioni denunció que hubo compra de votos en la convención: “Nosotros tenemos centenares de testimonios de convencionales que han sido vistos, que han sido visitados, se los llamó, se les ofreció mil dólares y tres millones de guaraníes”. El ex vicepresidente, además, acusó a Galaverna y a la presidenta de los colorados, Lilián Samaniego (que también apoya a Cartes), de haber entregado el partido al empresario.

Días antes de la convención, era Galaverna quien juraba por sus nietos que el oficialismo -y en particular el presidente Fernando Lugo- tenía operadores en el Partido Colorado para detener el ascenso de Cartes e impedir que el estatuto se modificara.

Después de Macri y Piñera

El nuevo líder colorado, de 54 años, parece integrar una camada de empresarios ricos convertidos en políticos de derecha. En ese sentido se emparenta con el presidente de Chile, Sebastián Piñera, y con el jefe de gobierno de Buenos Aires y potencial candidato a la presidencia de Argentina, Mauricio Macri.

Con esos empresarios y políticos, Cartes tiene en común también una trayectoria en el fútbol. El empresario paraguayo es dueño de uno de los principales cuadros de su país, Libertad, y fue una de las figuras de la Asociación Paraguaya de Fútbol que llevaron a la selección al mundial de Sudáfrica, recordó EFE. Sus otras actividades empresariales -y su fortuna- incluyen instituciones bancarias, la Tabacalera del Este SA, una empresa de refrescos y cerveza, y establecimientos de producción ganadera.

Acerca de su biografía, Cartes relató en una entrevista con el portal paraguayo Sector productivo, dedicado a temas del agro, que nació en Asunción en 1956, estudió en colegios privados de la capital y al terminar el liceo viajó a Estados Unidos a hacer una carrera técnica, porque su padre se oponía a las carreras largas. En Oklahoma cursó por dos años y medio estudios vinculados a la aviación, en línea con la actividad familiar, porque su padre era representante de los aviones Cessna.

Cartes dijo al portal que cuando regresó a Paraguay puso una casa de cambios, que funcionaba clandestinamente, disfrazada de agencia turística porque la dictadura de Alfredo Stroessner no le daba la licencia para operar. Explicó que ese negocio creció y se transformó en el actual Banco Amambay. También creció su “pequeña tabacalera”, que se transformó en una de las más importantes del país, la Tabacalera del Este, instalada en la triple frontera.

En cuanto a sus vínculos con la política, el empresario ha reconocido que apoyó a candidatos colorados en las elecciones municipales de noviembre, pero también admitió que antes dio “ayudas pequeñas” al actual presidente del Partido Liberal Radical Auténtico, Blas Llano, en las internas de 2007, en las que perdió. También financió a dirigentes de la Unión Nacional de Ciudadanos Éticos de Lino Oviedo.

Según citó Última Hora, el millonario argumentó que cuando los dirigentes se lanzan a la competencia política “todos necesitan” recursos, porque “política es necesidad económica”. Sin embargo, Cartes aclaró que el respaldo económico que dio a los colorados en las municipales de noviembre “no es como salió en el diario”, como había dicho su colaborador Diógenes Martínez, que aseguró que financió más o menos la mitad de la campaña del partido.

En esas elecciones, los colorados lograron retener Asunción y ganaron en varias de las ciudades importantes del país, lo que dio ánimos al partido para pensar en ganar en 2013, después de la caída que sufrió en 2008. Ese resultado electoral es además lo que convirtió a Cartes, a los ojos de muchos colorados, en el salvador del partido.

Con ganas de invertir

Por esas prácticas de financiar campañas de intendentes y dirigentes colorados locales, su rival Castiglioni acusó a Cartes de haber comprado a algunos convencionales. Razonó que luego de que financiara sus campañas, podía contar con sus votos. En el mismo sentido apunta una columna del periodista Rubén Céspedes en el diario ABC: “Conociendo cómo funciona en nuestro medio la ‘financiación’ partidaria, puede hablarse de compra de dirigentes y convencionales”.

En esa columna, titulada “El lado oscuro de Horacio Cartes”, Céspedes cuestiona la legalidad de algunas actividades del empresario y también pone en duda la conducta de otros con los que el nuevo dirigente ha hecho negocios. En particular, recuerda la publicación de un informe de la Comisión Parlamentaria de Investigación de la Cámara de Diputados de Brasil que menciona a Tabacalera del Este como una firma que hace contrabando de cigarrillos paraguayos a Brasil.

Los defensores del empresario aseguran que las denuncias públicas contra Cartes no han sido probadas. “Si el 1% de lo que dicen de mí es cierto, no entraría a la política”, había dicho el empresario a Última Hora. Una columnista de ese periódico, Estela Ruiz Díaz, también hizo un análisis del nuevo liderazgo y escribió que Cartes se afilió a un Partido Colorado “en su momento más débil”, cuando la agrupación política que gobernó por décadas estaba “en la llanura, sin el dinero fácil del Estado y con profunda crisis de liderazgo”.

En su artículo, titulado “El nuevo amo”, Ruiz Díaz advirtió: “Cartes no es un mecenas, alguien que patrocina por puro amor al arte. Es un empresario que invierte para ganar a cualquier precio”.

La columnista argumentó que el descreimiento que causaron en los paraguayos los partidos políticos y sus prácticas de aferrarse al poder y gestionarlo a discreción promovieron el surgimiento de figuras ajenas al ámbito político, como el propio presidente Lugo, ex obispo de San Pedro, y ahora Cartes.

La próxima meta del millonario son las internas del 13 de marzo, en las que se elige un nuevo titular del Partido Colorado y en las que respalda la candidatura de la actual presidenta, Samaniego. La siguiente son las elecciones nacionales de 2013.