“Como parte de su plan general de embargo contra Gaza, las autoridades israelíes confirmaron en múltiples ocasiones [a funcionarios dedicados a asuntos económicos de la embajada estadounidense en Tel Aviv] que quieren mantener la economía de Gaza al borde del colapso sin empujarla a la ruina”, dice un cable diplomático fechado el 3 de noviembre de 2008, filtrado por WikiLeaks y publicado por el diario alemán Aftenposten.

Ese medio difundió tres documentos diplomáticos que muestran que Israel tenía a la embajada de Estados Unidos en Tel Aviv al tanto de su política de bloqueo sobre la franja de Gaza, en donde viven 1,3 millones de palestinos. Ese territorio sufre un embargo muy duro por parte de Israel desde 2007, cuando en los hechos quedó gobernado por el movimiento palestino Hamas.

Funcionarios israelíes explicaron a diplomáticos estadounidenses que pretendían que la economía “funcionara al menor nivel posible” aunque “evitando una crisis humanitaria”.

La agencia de noticias Reuters recordó que en el momento en que se redactaron esos cables, el entonces primer ministro, Ehud Olmert, había expresado en un discurso que su país no afectaría “el suministro de comida para los niños, las medicinas para aquellos que las necesitan y el combustible para las instituciones que salvan vidas”, al tiempo que agregaba que no había “justificativo para demandar que permitamos a los residentes de Gaza vivir vidas normales mientras se disparan cohetes y artillería desde las calles y patios” contra el sur de Israel.

En estos últimos meses, la presión internacional logró que Israel flexibilizara el bloqueo. Ahora pueden ingresar a la zona productos básicos de consumo pero unos cuantos otros permanecen impedidos de ser importados, como es el caso del cemento y del acero. Las exportaciones desde ese territorio palestino estuvieron bloqueadas hasta noviembre.

Ayer, el mismo día en que se conocieron esas informaciones divulgadas por WikiLeaks, el Parlamento de Israel aprobó la creación de una comisión investigadora especial destinada a indagar sobre las actividades de ciudadanos y grupos locales de izquierda que, según el gobierno, “deslegitiman” a Israel. Según los parlamentarios, lo hacen mediante campañas internacionales que esos grupos realizan para denunciar las actividades militares israelíes en los territorios palestinos ocupados, indicó la agencia EFE.

Una vez que otra comisión estudie las atribuciones de esta instancia investigadora y de sus miembros, deberá ser votada otra vez por el Parlamento para quedar definitivamente creada.

Entre los grupos señalados están Betselem, una organización que trabaja por el respeto a los derechos humanos en los territorios ocupados; Breaking the Silence, de ex soldados que denuncian violaciones a quienes ellos conocieron durante sus años de servicio, y Machsom Watch, que se ocupa del trato que los soldados israelíes dan a palestinos en los controles militares.