ETA se comprometió “con un proceso de solución definitivo y con el final de la confrontación armada” al anunciar un alto el fuego “permanente, general y verificable internacionalmente”, a través de un comunicado publicado en el diario vasco Gara y un video en el que se veían tres personas, una de ellas leyendo el texto.

“ETA no cejará en su esfuerzo y lucha”, indica el comunicado, y agrega: “El proceso democrático debe superar todo tipo de negación y vulneración de derechos y debe resolver las claves de la territorialidad y el derecho de autodeterminación, que son el núcleo del conflicto político”. El grupo armado sostiene que “es tiempo de actuar con responsabilidad histórica” y hace un “llamamiento a las autoridades de España y Francia para que abandonen para siempre las medidas represivas y la negación de Euskal Herria”.

Según expertos consultados por el diario español El País sobre las características de la tregua, quizá la más importante para la vida cotidiana en el país vasco sea la de “general”, porque refiere a que se frenarán todas las actividades de ETA, tanto los ataques como las extorsiones.

Los otros dos puntos -“permanente” y “verificable”- son los más criticados por el gobierno y distintos partidos políticos. En cuanto a lo primero, se exige un final definitivo de la banda y no una tregua que dure el tiempo necesario hasta que se alcance una solución. “El único comunicado de ETA que queremos leer es el que declare el fin irreversible y definitivo” de la organización, señaló el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien se mostró decepcionado por el anuncio. “Estamos ante una ETA con la misma arrogancia, con el mismo lenguaje y la misma escenografía”, que “sigue pretendiendo que el fin de la violencia tenga precio”, dijo. Rubalcaba también atacó la propuesta de la banda de que la tregua sea “verificable internacionalmente” al recordar que “en un Estado de Derecho, quien verifica son las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”.

Desde el opositor Partido Popular (PP) la reacción fue similar. “Es una pausa, no una renuncia, ETA no ha pedido perdón ni se arrepiente de sus crímenes”, opinó la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal.

El presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, se limitó a señalar: “Año nuevo, comunicado viejo”, y sostuvo que el texto dice “lo de siempre”. Algo similar señaló el gobierno de Navarra, desde el que se aseguró que esto es sólo “un nuevo episodio de estrategia electoral de Batasuna-ETA”. Una presunta relación entre el anuncio y la proximidad de las elecciones municipales de mayo y las presidenciales de 2012, en las que intentará participar la izquierda independentista vasca, también fue señalada por Cospedal.

La izquierda abertzale presentará durante este mes los estatutos para la formación de un nuevo partido ante el Registro del Ministerio del Interior, en las que figurará un rechazo a la violencia, indicó el portavoz de la ilegalizada Batasuna, Txelui Moreno. El domingo, Moreno indicó que la formación política estaba convencida de que el pronunciamiento de ETA llegaría antes de que se intentara la legalización de este nuevo partido.

Sobre estas especulaciones se había manifestado el ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, la semana pasada, sosteniendo que no veía a ETA “echando la persiana” ni a la izquierda abertzale con posibilidades de acceder a las elecciones. Jáuregui coincidió con lo ya expresado por Pérez Rubalcaba en el sentido de que se vive el “comienzo del final de ETA, en una fase que probablemente es definitiva pero que será larga y compleja”.