El lunes el semanario Trabajadores (órgano oficial de la CTC) publicó declaraciones del secretario general de la central sindical, Salvador Valdés, en las que definió que esa organización está llamada a ser “garante” en el proceso de reorganización. La propia CTC había sido la encargada de comunicar mediante una declaración lo que se venía. Posteriormente, el presidente Raúl Castro se encargó de fundamentar en varias instancias el porqué de esta “revolución”. La última vez fue el año pasado ante el Parlamento, cuando habló de la necesidad de corregir “los errores” cometidos.
“O rectificamos o ya se acaba el tiempo de seguir bordeando el precipicio, nos hundimos, y hundiremos [...] el esfuerzo de generaciones enteras”, manifestó el mandatario ratificando lo que ya había dado a entender en otros discursos -que Cuba se encamina a abrir el país a un modelo de economía mixta- y también en los hechos, por ejemplo en octubre, cuando se aprobó una mayor apertura al trabajo privado.
Ante los legisladores, Castro también había dicho que “se trata sencillamente de transformar conceptos erróneos e insostenibles acerca del socialismo, muy enraizados en amplios sectores de la población durante años, como consecuencia del excesivo enfoque paternalista, idealista e igualitarista que instituyó la revolución en aras de la justicia social”.
La transformación comenzó en cinco ministerios: Industria Azucarera, Agricultura, Construcción, Salud Pública y Turismo. Si bien no se conocen detalles de cuántos puestos se suprimirán en cada uno de los organismos, en el transcurso de 2011 se reducirían las plantillas en ésas y otras reparticiones en 146.000 puestos. Al mismo tiempo, otros 351.000 empleados públicos pasarán al rubro independiente o cooperativa, dos de los sectores que se piensa fortalecer.
Datos oficiales indican que en 2009 había en Cuba 143.800 cuentapropistas, cifra que el gobierno aspira llevar a 250.000 al finalizar este año. El plan -que según un economista cubano citado como fuente por el diario español El País “es digno de un ajuste del Fondo Monetario Internacional”- será ratificado por el Partido Comunista, que en la segunda quincena de abril sesionará en su VI Congreso, instancia que se anticipa como bisagra para el futuro del país.
Selección de personal
En cada repartición estatal se ha conformado “una comisión de expertos” integrada por entre cinco y siete personas (incluido un delegado sindical y del gobierno) que se encargará de categorizar a los trabajadores y aconsejar cuáles no son “idóneos” para seguir en funciones. Al respecto, Valdez, secretario general de la CTC, pidió a los representantes de los trabajadores en las comisiones que se desempeñen con “idoneidad” para “evitar males como el favoritismo, el nepotismo, el paternalismo y la falta de profundidad en los análisis”.
En este contexto, el gobierno asegura que nadie quedará desamparado, aunque también se encargó de aclarar que no se volverá a las políticas paternalistas. A cambio asegura que habrá nuevas formas de vinculación con el Estado para quienes opten por el cuentapropismo, con facilidades para la creación de pequeñas empresas y negocios.
Castro sostuvo que se trata de “actualizar” el modelo socialista y en paralelo hacer frente a la grave crisis económica que arrastra el país. Un cable de la agencia EFE aportó ayer que, según estimaciones oficiales, el gobierno pretende que el aumento de la actividad particular y privada repercuta en un incremento de los ingresos tributarios de 1.000 millones de dólares en 2012.