Ya en abril, en una cena con corresponsales, el primer ministro italiano Silvio Berlusconi había manifestado que no tenía intenciones de buscar la reelección. "Preferiría ser sólo el cabeza de lista y seguir siendo el padre noble del partido sin tener un rol activo en el gobierno", manifestó, aunque a partir de entonces ha realizado declaraciones también en sentido contrario, en las que dijo que presentaría su candidatura. Más allá de esa indefinición, Berlusconi sí parece haber decidido quién será su sucesor: el ex ministro de Justicia Angelino Alfaro, reconocido por ser el autor de dos controvertidas leyes que buscaron blindar a Il Cavaliere ante la Justicia.
En abril Berlusconi todavía no había dado el nombre y apellido de su heredero, aunque había dado a entender de quién se trataría. Pero más adelante sí nombró a Alfano con pelos y señales. También manifestó que le gustaría que su número dos, el subsecretario de Presidencia, Gianni Letta, "un hombre estimado por todos", sea el candidato para suceder al presidente italiano, el opositor Giorgio Napolitano.
Una de las principales señales del ascenso de Alfano en el partido Pueblo de la Libertad (PdL), presidido por Berlusconi, fue su designación como primer secretario nacional.
Después de la derrota del PdL en las elecciones regionales de Milán y Nápoles, bastiones del oficialismo, Berlusconi proclamó a Alfano en el cargo con el cometido de reorganizar y liderar al partido para las próximas elecciones.
Un mes después fue confirmado en una elección en la que votaron sus correligionarios. Días más tarde, Alfano renunció a su cargo en el Ejecutivo por considerarlo "incompatible" con su nueva función "política" en el PdL.
En simultáneo, Berlusconi brindó una entrevista al diario italiano La Repubblica en la que reiteró que no tenía intenciones de buscar un nuevo mandato como primer ministro y, por primera vez, aseguró que en el partido "están todos de acuerdo" en que “el candidato a primer ministro de la centroderecha debe ser Alfano”. También dijo que hará campaña por él y que lo ayudará: “actuaré como su padrino político". En la misma entrevista Berlusconi habló sobre el ministro de Economía y autor de los recortes de presupuesto, Giulio Tremonti, quien también ha sido nombrado en el seno del partido como un eventual sucesor, pese a que no tiene las mejores relaciones ni con Berlusconi ni con sus compañeros del gabinete. "Es el único que no juega en equipo", dijo Berlusconi, tras señalar que lo "soporta" porque lo conoce hace tiempo y "hay que aceptarlo como es".
Me importas tú
Incluso después de que Berlusconi le expresara su apoyo, Alfano ha manifestado que no tiene apuro en que el primer ministro se vaya del partido y ha insistido en que Il Cavaliere todavía es capaz de liderar al PdL en un nuevo mandato, después de las elecciones previstas para principios de 2013.
Ya como primer secretario del PdL y citando a Berlusconi, Alfano dijo que el partido ha sido "monárquico y anárquico", pero que a partir de ahora deberá ser dirigido con "reglas y sanciones".
En un acto con tintes electorales, Alfano aseguró a principios de setiembre y en referencia a Il Cavaliere que la coalición de gobierno "vive de su liderazgo y ha sido la persona capaz de garantizar la unidad, la gobernabilidad y la cohesión". Luego agregó: "el partido no necesita realizar ninguna consulta popular para saber que Berlusconi es el líder".
Alfano contó en varias entrevistas que se sintió atraído por primera vez a la política cuando vio a Berlusconi en un programa de televisión en 1994. Meses después, y con 23 años, acompañó a Il Cavaliere en la fundación de Forza Italia, partido con el cual el empresario lanzó su primera campaña electoral. Dos años después se convirtió en el legislador más joven de la Asamblea Regional de Sicilia. Electo dos veces como diputado por Forza Italia, dentro del partido también se hizo un lugar y fue coordinador regional de Sicilia. Su juventud fue también destacada cuando, en 2008 y con 37 años, fue nombrado por Berlusconi como titular del Ministerio de Justicia. Fue el ministro más joven en ese cargo en la historia republicana de Italia, donde la política es dominada por hombres mayores de 60 años.
El cargo de ministro de Justicia fue de los más importantes en los últimos años debido al enfrentamiento del primer ministro con los jueces y las varias causas que enfrenta en los tribunales. Desde allí, Alfano impulsó una reforma de la Justicia que incluía el fin de la autonomía de los jueces para autorizar escuchas telefónicas y la implementación de la inmunidad parlamentaria y de los altos cargos del Ejecutivo. Ese proyecto, conocido como "ley mordaza" fue aprobado en el Senado en junio de 2010 y desde entonces se tramita en Diputados. Justamente la semana pasada el PdL informó que intentará acelerar el proceso para que se vote en la cámara baja en un plazo máximo de 40 días. Esto motivó el jueves una manifestación de cientos de personas, entre ellos periodistas, blogueros, sindicatos y dirigentes partidarios opositores.
Alfano también fue el autor de la ley que pretendía que las causas que llevaran una cierta cantidad de años en proceso prescribieran "de hecho", lo que liberaba a Berlusconi de algunos de los juicios en su contra. Después de que ese proyecto fuera rechazado, hizo un nuevo intento con la ley de "legítimo impedimento", que permitía a los altos cargos del Ejecutivo argumentar "incompatibilidad de agenda" para no presentarse a las instancias judiciales a las que fueran citados, lo que habría permitido que los procesos se demoraran. Este proyecto fue rechazado por la Corte Constitucional y luego por los italianos en un referendo realizado en junio.
El propio Alfano fue investigado en setiembre de 2009 por la fiscalía de Roma por un presunto abuso de autoridad, por intentar interceder en una de las causas del tribunal. Sin embargo, el caso fue archivado dos meses después.
En 2002 La Repubblica publicó una foto de 1996 en la cual se ve a Alfano dándole la mano al líder mafioso Croce Napoli, en el casamiento de la hija de este último. Alfano primero dijo "no recordar" su presencia en el casamiento, pero luego reconoció haber estado en la fiesta como invitado del esposo, y dijo que ni conocía a la esposa o su familia.
Es la fidelidad
Pero Alfano no parece muy apurado en asumir el liderazgo del dividido PdL. “Estoy convencido de que Berlusconi será presidente del Consejo de Ministros por mucho tiempo más. Cualquier discusión sobre su futuro es absolutamente prematura”, aseguró meses atrás. Tan escaso parece su apuro, que a comienzos de mes aseguró en un acto político que “en 2013 Silvio Berlusconi será el candidato” del PdL. “La coalición vive de su liderazgo (...) y no necesita realizar ninguna consulta popular para saber que Berlusconi es el líder”, continuó.
En paralelo, en el PdL se debate si debería llamarse o no a elecciones internas para elegir al candidato a primer ministro. Tanto Alfano como el propio Berlusconi se declararon favorables a las internas. “Siempre y cuando se tenga la certeza de que quienes elijan sean verdaderos defensores de nuestro partido, y no infiltrados de la izquierda”, aclaró el primer ministro.
El partido de gobierno, que continúa en el poder gracias a su alianza con la Liga Norte de Umberto Bossi, no termina de recuperarse de la derrota en las elecciones regionales de marzo, en las que se vio reforzado su socio ultraderechista. A esto se suma que en el PdL continúa un lento proceso de pérdida de legisladores que comenzó a ganar fuerza cuando Gianfranco Fini, presidente de la cámara baja y líder de un tercer partido que conformaba la coalición, fue expulsado del partido. Fini creó entonces el grupo parlamentario Futuro y Libertad para Italia, que se llevó a varios legisladores.
La última de estas pérdidas fue la del diputado Santo Versace, hermano del diseñador Gianni, quien argumentó irónicamente: “A mí me gusta trabajar, y en el PdL no necesitan a alguien que trabaje. Por otro lado, empecé a trabajar en 1950, se ve que tengo poca experiencia respecto a ellos”.
Si bien se espera que el gobierno del PdL llegue al fin del actual mandato, en 2013, en la volátil política italiana no se puede descartar la posibilidad de elecciones anticipadas, en especial cuando el partido, ahora liderado por Alfano, es sometido constantemente a mociones de censura que ponen a prueba la mayoría oficialista en ambas cámaras del Parlamento. La última fue la que enfrentó la semana pasada el ministro de Agricultura, Saverio Romano, acusado de estar vinculado a la mafia siciliana, la Cosa Nostra. El margen de acción del gobierno en el Parlamento es cada vez menor. La votación fue cerrada y Romano continúa en el cargo por 21 votos de diferencia a su favor, gracias a la ausencia de muchos legisladores oficialistas que se disponían a votar en su contra y la presencia de opositores que finalmente lo apoyaron.
Tal como decía Alfano, hasta ahora se confió en el carisma -y el bolsillo- de Il Cavaliere para mantener la unidad en el partido, que aún así se resquebraja hace meses. La pregunta es si logrará Alfano mejores resultados.