El movimiento Occupy Wall Street (Ocupá Wall Street) multiplicó las protestas en Estados Unidos contra la “codicia” de su centro financiero y ocupó el sábado el puente de Brooklyn. Las manifestaciones terminaron con 700 detenidos, la mayoría de ellos arrestados en el puente.

Ayer fueron liberados casi todos, aunque antes recibieron citaciones para que se presenten en un juzgado para enfrentar cargos por alteración del orden público y del tránsito. Una veintena de los detenidos siguen en esa situación porque no se había verificado su identidad, y serían derivados a un juez, informaron ayer las autoridades.

De acuerdo con la Policía, las detenciones se debieron a que los manifestantes desoyeron sus llamados a mantenerse en las zonas para peatones del puente. Algunos manifestantes dijeron que fueron engañados por la Policía para que dejaran esas zonas y así arrestarlos, y otros aseguraron que no oyeron ninguna advertencia.

Para hoy fue convocado un acto frente al ayuntamiento para protestar contra las detenciones. La semana pasada, el movimiento denunció que la Policía había usado gas pimienta para dispersar a los manifestantes, y el jefe de la Policía de Nueva York, Raymond Kelly, anunció que esto será investigado.

Mientras tanto, el movimiento sigue acampando en el Parque Zuccotti del sur de Manhattan, un espacio público que tiene propietarios privados y que se encuentra a unas cuadras de la Bolsa de Nueva York. Las protestas se extendieron a Chicago, Los Ángeles, Seattle y otras varias ciudades estadounidenses, y para los próximos días hay convocatorias a marchas y a escraches a personalidades del mundo de las finanzas.

Cuando al alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, le preguntaron en un programa de radio si permitirá a los manifestantes seguir con sus planes de acampar durante meses, si es necesario, él respondió: “Ya veremos”.